En el FC Barcelona hicieron un gran desembolso la pasada campaña para acometer fichajes de alcurnia para un equipo que, había vagado por el desierto competitivo, durante la etapa de Ronald Koeman en el banquillo blaugrana.
Joan Laporta se puso las pilas y dotó a la plantilla de Xavi Hernández de futbolistas de calidad para volver a la senda de la victoria y a situar al club en lo alto. Sin embargo, el conjunto blaugrana sigue presentando ciertas carencias, sobre todo, en el carril derecho.
Se busca lateral
En la plantilla culer no hay ni un solo lateral derecho puro. Parece que a la directiva catalana, encabezada por Mateu Alemany, a la hora de confeccionar la plantilla, se le olvidó cubrir una posición que ahora está huérfana.
Ronald Araujo, central, o Sergi Roberto, centrocampista, han hecho las veces de lateral derecho, pero ninguno de ellos es un lateral puro. Ha quedado demostrado en los duelos en los que han sido obligados a cubrir esa demarcación, y aunque, el uruguayo siempre cumple, lo cierto es que se nota que no está acostumbrado.
Después de la salida de Héctor Bellerín en el mercado invernal, el único lateral derecho puro, a Xavi no le ha quedado más remedio que hacer inventos para tratar de cubrir esa posición de la mejor forma posible, pero esto no puede seguir así.
Frimpong, en la órbita del Barça
Y, como no puede ser de otra manera, con la ventana de traspasos veraniega a la vuelta de la esquina, en can Barça ya están manos a la obra para enmendar su error, e ir a la búsqueda de un lateral derecho de garantías, que permita a Araujo volver a su posición habitual.
En las últimas horas, Jeremie Frimpong, lateral del Bayer Leverkusen, y una de las claves del éxito del equipo dirigido por Xabi Alonso, ha entrado en las quinielas para ser el próximo defensor del carril derecho del Camp Nou.
Con un perfil similar al de Alejandro Balde, pero en el otro costado, Frimpong encaja a la perfección en los esquemas de Xavi. Sin embargo, Koeman, reconoció no tenerlo en cuenta para la selección de Países Bajos por sus carencias defensivas. Aunque al Barça, que apuesta por defender con el balón, parece no importarle.