El Barça tiene la misión de encontrar a un sucesor que sepa hacer olvidar a Sergio Busquets. A priori, esto parece una tarea casi imposible, pues estamos hablando de uno de los mejores centrocampistas de la historia, no solo del futbol español, sino de todos los tiempos. Cierto es que ya hace tiempo que dejó de estar a su mejor nivel, y que físicamente está lejos de su mejor momento, pero pese a ello sigue siendo un fijo en su club y en la selección española.
Pocos futbolistas con su inteligencia hay actualmente, y que entiendan mejor lo que piden los entrenadores. Xavi Hernández insiste a Joan Laporta y a Mateu Alemany para que no escatimen en gastos, y paguen todo lo que sea necesario para firmar a un crack que refuerce una posición que para el entrenador catalán es crucial. Y no está demasiado satisfecho con la gran mayoría de nombres que han salido en las últimas semanas.
Porque no parecen convencerle demasiado las posibles incorporaciones de N’Golo Kanté, Jorginho Frello o Rubén Neves, que considera que son de un perfil muy distinto al de ‘Busi’. En cambio, hay otro jugador que sí que le gusta especialmente, y que no tiene ninguna duda de que debe de ser el refuerzo escogido para que acabe desembarcando en el Camp Nou cuando acabe la campaña actual. No podemos estar hablando de otro que no sea Martín Zubimendi.
El centrocampista de la Real Sociedad juega con varios puntos a su favor, comenzando por el hecho de que ya conoce La Liga Santander, y tiene experiencia en competiciones europeas. Cierto es que no ha disputado ni un solo partido de la Champions League, pero sí lo ha hecho en la Europa League, y ha demostrado frente a rivales ‘top’, como el Manchester United, que está preparado para jugar choques de máxima exigencia.
Además, tan solo tiene 23 años, y al margen de la increíble experiencia que ya acumula a su edad, todavía tiene un margen de mejora impresionante.
Zubimendi, alumno aventajado de Xabi Alonso
Por si esto no fuera suficiente, Zubimendi puede presumir de haber sido entrenado por Xabi Alonso, uno de los mejores pivotes de la historia, y que precisamente compartió vestuario con Busquets en ‘la Roja’ durante muchos años. El único punto negativo que presenta el vasco es el hecho de que tenga un precio bastante elevado, de 60 millones de euros.
Es la cifra que figura en su cláusula de rescisión para poder abandonar Anoeta, donde ya han advertido que no negociarán. Pero Alemany parece estar dispuesto a pagar para acabar llevándoselo al Barça, para alegría de Xavi.