El Barça ya ha cerrado el fichaje de Rubén Neves. Así lo asegura el diario Sport, una información que también confirman desde Inglaterra. El centrocampista del Wolverhampton, titular con Portugal en el Mundial de Qatar 2022, es la solución que ha encontrado Mateu Alemany para suplir la salida de Sergio Busquets. El problema es que la operación queda supeditada a la decisión de Xavi Hernández, que considera que Neves no es el jugador ideal para coger el timón del Barça.
Xavi Hernández lleva tiempo insistiendo en lograr el fichaje de Martín Zubimendi, perla de la Real Sociedad que, aunque renovó hace unas semanas, logró mantener la cláusula de rescisión de 60 millones de euros, para dejar abierta la posibilidad de fichar por el Barça. Además de entrenador, Xavi Hernández es uno de los mejores centrocampistas de la historia del Barça, por lo que su opinión es trascendental. Y el técnico no lo ve nada claro, pues ve carencias tácticas del portugués.
Rubén Neves, el elegido por el Barça
En el verano del 2017, la sorpresa fue mayúscula cuando trascendió que el Wolverhampton acababa de fichar a Rubén Neves por 17 millones de euros. El centrocampista portugués, una de las grandes perlas del Porto, sonaba para varios gigantes de Europa, pero Jorge Mendes, su agente, lo llevó a los Wolves, donde tiene a muchos de sus representados. Neves llegó al Porto con solo 8 años, iniciando una progresión impresionante que lo llevó a debutar con el primer equipo con solo 17 años.
Tras acumular 93 partidos con el primer equipo del Porto en 3 temporadas, Rubén Neves decidió que había llegado el momento de salir de Portugal. Tenía ofertas de grandes clubes, pero aceptó el reto de fichar por el Wolverhampton, adaptarse a la Premier League siendo un líder para después ya llegar a un equipo con nivel para luchar por los grandes títulos. Tras 6 temporadas en Inglaterra, en los que ha jugado 228 partidos, Rubén Neves quiere levantar trofeos, sea en el Barça o en el club que sea.
Xavi prefiere a Zubimendi
El gran problema del Barça, claro está, es el económico. Zubimendi tiene una cláusula de 60 millones de euros, y la Real Sociedad no quiere negociar, mientras que Rubén Neves saldría por 35 millones, poco más de la mitad. El Barça, además, contempla otro refuerzo, el de Nico González, que tras su cesión en el Valencia volvería al Camp Nou mucho más curtido.
Xavi Hernández no va a dar el visto bueno a la operación hasta que no vea que no hay otras opciones. La salida de Sergio Busquets le preocupa, ya que Frenkie de Jong no le convence y es una posición indispensable en su pizarra. Se trata de un fichaje fundamental, clave, y no se puede decidir así como así.