Max Verstappen es el líder destacado de la clasificación del Mundial de Fórmula 1, un título que muy probablemente acabará ganando, para sumar su 4º consecutivo, un hecho histórico que solo han logrado leyendas como Fangio, SchumacherVettel y Hamilton. Y el neerlandés, sin embargo, no está nada contento, al ver como carrera tras carrera su Red Bull es menos competitivo. Verstappen, que ganó 7 de los primeros 10 Grandes Premios, encadena ya 7 carreras sin ganar, en las que solo ha subido 2 veces al podio.

Lo único que puede salvar a Verstappen es la irregularidad de su perseguidor, Lando Norris, que con un coche superior está cometiendo demasiados errores, recortando pocos puntos al líder, hasta el punto de que tiene cada vez más cerca a Charles Leclerc. En Azerbayán, sin ir más lejos, Norris no superó la Q1 en la clasificación, lo que le obligó a remontar, por lo que solo le pudo recortar 3 puntos a un Verstappen sin opciones de luchar por el podio.

Verstappen, sin confianza

“Se hicieron algunos cambios en el coche antes de la clasificación, para mejorar el coche, pero en realidad lo empeoraron", afirmó Verstappen después de la carrera, una dura acusación contra Red Bull, que parece que en los últimos meses se ha perdido en el taller, incapaz de lograr la evolución de los coches. "Desde la primera vuelta no estaba contento y traté de salvarlo. Cuando no tienes confianza ni estás cómodo en el coche en un circuito urbano, no puedes ir al límite. Y básicamente eso es lo que sucedió", añadió un Verstappen muy contrariado por el final de Mundial que le viene por delante.

"La gente arriesga más, pero yo no me sentía cómodo porque el coche era muy difícil, saltaba mucho, perdía contacto con el asfalto y no es agradable. Luego me fui largo en la última curva, así que todo bastante decepcionante". La conclusión, pues, es que Verstappen debe celebrar la 5ª posición final, ya que la pérdida de puntos fue mínima.

Verstappen Bakú Red Bull EFE
Max Verstappen, en el GP de Azerbayán / Foto: EFE

Verstappen salvó los muebles en Bakú

Y es que la lógica apuntaba a una victoria de Charles Leclerc y a una 7ª posición para Verstappen, con Norris como 6º. Leclerc, sin embargo, cometió un error que permitió que Piastri le adelantara, para luego ser incapaz de superar al australiano, a pesar de ir más rápido. Para rematarlo, a falta de dos vueltas, Checo Pérez y Carlos Sainz colisionaron, autoanulándose, convirtiendo a Verstappen en el 5º y reduciendo la cantidad de puntos que le recortaba Leclerc.

Además de ver como Norris le adelantaba cuando salía desde la 15ª posición, Verstappen tuvo que lidiar con la buena carrera que firmó Checo Pérez, que no subió al podio solo por el accidente que tuvo con Sainz. "Teníamos configuraciones distintas en los coches, los coches eran distintos. Si ves, Checo tenía más confianza, estaba más cómodo y ha hecho una gran carrera. Estaba peleando por la victoria en ese grupo", se exculpó Verstappen.