Después de que algunos satélites lo orbitaran en Silverstone, Max Verstappen vuelve a su propia galaxia, mandando con mano dura en el GP de Hungría por delante de Lando Norris y de una nueva remontada de Checo Pérez. En el cuarto lugar, ha quedado el poleman Lewis Hamilton, seguido por Oscar Piastri, otra gran remontada, la de George Russell, siendo Charles Leclerc séptimo, Carlos Sainz octavo y Fernando Alonso noveno.
Guanyu Zhou, crupier
La jornada sabatina no dejó muy buenas sensaciones para los españoles, pero la salida barajaría la parrilla por completo en los metros anteriores a la primera curva. Primero, porque Verstappen, Piastri y Norris le mojarían la oreja a un Hamilton que ha salido fatal. El inglés, de la euforia de ayer, a la asunción de las culpas al perder tres posiciones en cuestión de un par de curvas.
Todo eso ha propiciado el contexto soñado —y al que nos tiene acostumbrados— para Verstappen, que al ponerse en cabeza, ha empezado a tirar para abrir suficiente diferencia con Piastri como para jugar con la estrategia. Mientras tanto, por detrás, Sainz ha protagonizado una excelente salida, pasando de la undécima posición a la sexta, aprovechando la mala salida también de Guanyu Zhou. El chino ha pasado de salir desde su mejor posición de parrilla en F1 (quinto), a rodar duodécimo, ganándose una penalización de cinco segundos por causar un accidente que se cobraría la carrera de los dos Alpine.
La escudería francesa, si bien vio como sus dos monoplazas se iban al box antes de acabar las 52 vueltas en Silverstone, en Hungaroring se han topado con el mismo desenlace en el primer giro. Con respecto a Valtteri Bottas, le ha tocado esquivar la tardía aceleración de Zhou, haciendo que Alonso dejara atrás a los dos Alfa Romeo y se pusiera en séptima posición, por detrás de Sainz. En realidad, dejando de lado la dramática salida de Hamilton, Zhou ha sido el crupier del inicio de carrera, barajando todas las cartas.
Carlos Sainz, mismo techo de cristal
Al calmarse las aguas después de la tormenta inicial, Sainz ha acabado en el sexto lugar, justo por detrás de Leclerc. Ferrari había preparado una estrategia ofensiva para el madrileño, que arrancaba con blandos, mientras que el monegasco rodaba con los medios. Lo más lógico era que desde el box se dejara pasar al '55', vista ayer la poca vida del compuesto soft.
No obstante, no ha habido órdenes de equipo, sacrificando el ritmo de Carlos Sainz por detrás de Leclerc. Sea como sea, un nuevo error de la escudería de Maranello, esta vez sobre Leclerc, enviaría al '16' detrás de Pérez y de su compañero de equipo, que ya había calzado los duros unas vueltas antes.
La carrera daría rienda suelta a la batalla estratégica. Lando Norris tiraría un undercut a Piastri para ponerse segundo, Pérez seguiría volando para aparecer en posiciones de podio virtual, y Leclerc tiraría otro undercut sobre Sainz que, a pesar de salirle bien,estaría a punto de irse al garete después de exceder el límite de velocidad en el pit lane. Es decir, 5 segundos de sanción para el monegasco, con Carlos con la obligación de mantenerse por debajo de este intervalo, cosa que finalmente no ha conseguido. Sea como sea, y tal como les ha pasado también a los McLaren, el ritmo de los Ferrari ha caído en picado, propiciando incluso que llegara Russell, se deshiciera de Carlos en pista y le ganara la sexta plaza a Leclerc por la sanción que arrastraba el '16'.
Checo Pérez culmina otro gran domingo
Las vueltas finales han apretado mucho más las cosas. Menos Verstappen, que ha vuelto a habitar en su propia galaxia, Hamilton ha estado a punto de dar caza a Checo, quedándose a menos de dos segundos del mexicano. Sainz no ha podido recortar a menos de 5,7 segundos la diferencia con Leclerc, quedándose a 0,7 segundos de quedar en séptima posición. Con respecto a Alonso, no ha podido ser más que noveno, siendo Lance Stroll quien ha cerrado la zona de puntos.