Sábado de clasificación en el circuito de Spa-Francorchamps en el que Max Verstappen ha sido el hombre más rápido sobre el asfalto mojado del Bélgica. Sin embargo, una penalización de diez puestos por cambiar componentes de su coche hace que Charles Leclerc sea el piloto que mañana salga desde la primera posición de la parrilla. El monegasco compartirá los puestos de cabeza junto a Lewis Hamilton y Checo Pérez.
Por otro lado, Carlos Sainz ha tenido una pelea constante con su coche durante toda la clasificación y mañana partirá desde la séptima posición. Solo un puesto por delante de Fernando Alonso, octavo, que ha aprovechado el caos que ha traído la lluvia para colocar el Aston Martin entre las diez primeras plazas. Los McLaren, por su parte, han demostrado que en condiciones adversas no son tan rápidos como en seco y dejan los deberes para mañana. Sin duda, nos espera una apasionante carrera con una parrilla completamente desordenada y a un insaciable Verstappen al que le tocará remontar.
Una batalla de todo o nada sobre el asfalto de Spa-Francorchamps
Arrancaba la última sesión de clasificación antes del parón de verano y lo hacía con la amenaza de lluvia entre las montañas belgas. En una pelea por ser el más rápido, desde el muro hoy apostaban por la calma. Los pilotos salían a pista con cuentagotas: todos querían un hueco para estar libres de spray sobre los 7 kilómetros de asfalto de Spa. Y es que, si no aparecía la lluvia, cada vuelta podría comportar hasta un segundo de mejora y, quizás, el primer intento de cada piloto podría ser el bueno.
Las nubes se hacían de rogar y en la pelea estratégica por evitar el agua, el miedo pesó más que la lluvia. "Ahora o nunca" avisaban por radio a un Lando Norris que se peleaba con el coche y hacía una exhibición de correcciones sobre la pista. Carlos Sainz emulaba a su padre y derrapaba en cada curva como si se tratase de un rally, mientras que Hamilton avisaba de que no había agarre sobre el asfalto. La premisa era clara: había que dar lo máximo cuanto antes y cometer el mínimo número de errores posibles. Una batalla de todo o nada sobre el asfalto que dejó fuera a Hülkenberg, Magnussen, Tsunoda, Sargeant y Zhou.
Checo Pérez salva su asiento en Red Bull por tres milésimas
La evolución de pista de la Q1 hacía ser positivos de cara a la segunda sesión de clasificación: Eau Rouge se secaba y todos esperaban al primer valiente que montase neumáticos de seco. Sin embargo, la meteorología era inestable e irregular en varias zonas del circuito. Y en un deporte donde cada pequeño detalle cuenta, nadie quería jugarse su presencia en la Q3. Los equipos seguían apostando por el compuesto intermedio y, cuanto más parecía llover, mejor se movían Russell y Hamilton sobre los pianos de Spa.
Los británicos apretaban y dejaban en aprietos a Checo Pérez. El mexicano, acostumbrado a vivir en el alambre durante las últimas semanas, hoy estaba más al límite que nunca: de no conseguir un buen resultado, perdería su asiento en Red Bull para el siguiente GP de Países Bajos tras el parón. Sin embargo, el veterano piloto conseguía colarse en la tercera sesión de qualy por los pelos, con solo 3 milésimas de diferencia respecto a Albon. El tailandés quedaba fuera junto a Gasly, Ricciardo, Bottas y Stroll.
Max Verstappen saca pecho y domina bajo la lluvia para llevarse la pole
La llovizna no daría tregua y seguía cubriendo la pista con una capa de agua que traía consigo la incerteza a Spa. Parecía que el poleman se haría de esperar y que ahora más que nunca las estrategias podían ser claves. Sin embargo, en momentos donde la duda es protagonista, solo la convicción de un campeón insaciable como Max Verstappen es capaz de marcar las diferencias. Al holandés no le importaba nada: ni la lluvia, ni las peleas internas de su equipo, ni la amenazante evolución de los McLaren. Mad Max pintaba el circuito de morado con una vuelta impresionante y escalaba hasta lo más alto de la clasificación para llevarse la pole por delante de Leclerc y de su compañero Pérez.
A pesar de la gran exhibición del piloto de Red Bull, Verstappen sancionará por cambiar componentes y caerá 10 puestos. Lo mismo sucederá con Yuki Tsunoda, que ha cambiado todos los componentes y será el farolillo rojo. Con esto en cuenta, los primeros puestos de la parrilla quedan diseñados de la siguiente forma: Leclerc (1), Pérez (2), Hamilton (3), Norris (4), Piastri (5), Russell (6), Sainz (7), Alonso (8), Ocon (9) y Verstappen (10). La carrera de mañana se prevé en seco y los McLaren buscarán reencontrarse con su mejor versión, mientras que Max tendrá que remontar y Leclerc tratará de defender su posición privilegiada. Sin duda, nos espera una apasionante carrera con una parrilla totalmente desordenada.