El parón de Fórmula 1 ha servido para mucho más que para que los mecánicos pongan a prueba las mejoras que van a presentar durante los próximos grandes premios. Los rumores, todo tipo de ellos, han seguido sobrevolando los boxes de los distintos equipos de la parrilla, algunos tratando de desestabilizar a las escuderías y sus pilotos.

Aunque hay algunos que vienen arrastrándose desde hace tiempo atrás. El gran rival a batir es Max Verstappen, vigente campeón y favorito para revalidar el título que consiguió en 2021 y en 2022. Checo Pérez, es el segundo en discordia, pero luchará con su compañero para poder alzarse como campeón, con un monoplaza que no tiene adversario, y es que Red Bull ha fabricado un auténtico cohete.

Sergio Checo Pérez celebrando una victoria / Foto: EFE

Guerra interna en Red Bull

Precisamente, esa batalla interna es la que puede desestabilizar a los dos pilotos de la marca de bebidas energéticas. Como decíamos, hay problemas que no son nuevos, y en Red Bull es un viejo conocido, la mala relación entre 'Mad Max' y Checo Pérez es una vieja historia que viene de un tiempo atrás.

Una cuestión que se ha ido intensificando en los tres primeros grandes premios de esta nueva temporada. Sobre todo en Arabia Saudí, donde el piloto mexicano quedó por delante del neerlandés. Primero, Max tuvo un feo gesto con su compañero al arrebatarle la vuelta rápida, a pesar de las órdenes de equipo en que le prohibían hacerlo. Para más inri, al finalizar la carrera, Verstappen, en lugar de alegrarse por la primera posición de Checo, puso mala cara

Max Verstappen hablando en el Gran Premio de Australia / Foto: Europa Press - Xavi Bonilla

El ego de Max Verstappen es un arma que deberá controlar, no solo el neerlandés, sino su equipo si no quieren protagonizar una guerra que puede acabar con sus opciones al título. Tendrán que sosegar los aires de grandeza de un Verstappen que cree estar por encima de Checo.

Pero es algo que dentro del propio equipo le han permitido. De hecho, las decisiones internas se toman basándose en el criterio de Max. El monoplaza está adaptado a las necesidades de su pilotaje, dejando claro que Checo es el segundo piloto. En este sentido, Valtteri Bottas, ha echado más leña al fuego y ha asegurado que Verstappen "es el tipo que es más difícil de soportar". Después ha añadido que el mexicano está "en una situación bastante similar a la mía", recordando que él era el segundo de a bordo cuando estuvo en McLaren con Lewis Hamilton.

Fernando Alonso puede aprovecharlo

Quien puede salir beneficiado de todo este embrollo no es otro que Fernando Alonso. Ha iniciado la temporada con el pie derecho, nunca mejor dicho, pues es el del acelerador, y, actualmente, es el tercer clasificado. Por esta especie de alianza entre el español y el mexicano, pueden pasar las opciones del Nano para levantar el tercer mundial.

Fernando Alonso celebrando un podio en Australia / Foto: Europa Press - Xavi Bonilla

Pérez está harto de Verstappen y podría ir a la suya y hacer caso omiso a las órdenes de equipo, al igual que suele hacer el neerlandés. Alonso seguirá luchando por acercarse a los Red Bull y tratará de aprovechar al máximo los problemas internos del equipo austriaco para volver a subirse a lo más alto del podio. Fernando acecha, Max tiembla.