La tensión en el vestuario del Paris Saint-Germain sigue estando descontrolada. Aunque Christophe Galtier ha querido acabar con los problemas internos, parece algo imposible, en especial, después de la renovación de Kylian Mbappé. Porque a muchos jugadores no les ha hecho ni pizca de gracia ver como un compañero adquiere tanta importancia en las decisiones que debería de tomar la directiva, y también ha desatado un escándalo de celos.
Por ejemplo, con Leo Messi, que como es lógico no se tomó nada bien dejar de ser el mejor pagado del equipo y del planeta. Aunque sin duda, el gran enemigo del ex del AS Mónaco se ha convertido en un Neymar Junior que no puede ni verlo. Así se ha demostrado en algunos partidos y algunos entrenamientos, dejando imágenes muy comentadas, y poniendo en evidencia que su relación es completamente nula e inexistente.
El astro brasileño ni siquiera se ha escondido cuando le han preguntado sobre el tema, y parece que su distanciamiento no tiene solución. No se sabe exactamente el motivo ni el momento en el cual dejaron de ser amigos, ya que en sus primeros años en el Parque de los Príncipes sí mostraron una buena complicidad tanto dentro como fuera del terreno de juego. Lo que está claro es que las cosas no pueden seguir así durante mucho más tiempo, o acabarán muy mal.
El primero que sabe esto es el propio Mbappé, que no ha tenido problemas en trasladárselo a Nasser Al-Khelaïfi. Ha aprovechado el enorme poder y la influencia que tiene en el PSG para solicitar la venta del fichaje más caro de todos los tiempos, por mucho dinero que puedan perder. Y es que parece imposible que recuperen los 222 millones de euros que pagaron en su momento al Barça, hace ya más de cinco años, en 2017.
Pese a eso, Luis Campos parece estar dispuesto a obedecer las órdenes de Kylian, y tratar de dar salida a ‘Ney’ otro verano más, pues hay que recordar que ya lo intentaron hace unas pocas semanas.
Al-Khelaïfi también está harto de Neymar
Porque Mbappé no es el único que está harto de Neymar. Al-Khelaïfi también está muy decepcionado con el ‘10’, pese a que ha comenzado la campaña en un estado de forma sensacional, recuperando un muy buen nivel. No obstante, eso no compensa la cantidad de lesiones y de escándalos que ha tenido.
Por si eso no fuera poco, ya tiene 30 años, y su declive llegará más pronto que tarde. El gran problema para el PSG será encontrarle un comprador, una tarea que en estos momentos es casi imposible, ya que pocos equipos pueden afrontar el coste de la operación.