La llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid ha generado una nueva dinámica en el vestuario blanco, pero también ha desencadenado un problema de celos que preocupa a la directiva y, en especial, a Florentino Pérez. A pesar de la buena recepción que ha tenido el delantero francés entre sus nuevos compañeros, hay un malestar creciente relacionado con las diferencias salariales, especialmente en lo que respecta a Vinícius Jr.
El fondo de inversión saudí ha puesto sus ojos en Vinícius, y no es un interés pasajero. Con una estrategia a largo plazo, están decididos a hacer todo lo necesario para llevar al brasileño a la Saudi Pro League. Aunque Vinícius ha dejado claro que, por ahora, su lugar está en Europa y en el Real Madrid, no está dispuesto a quedarse a cualquier precio. Sabe que es uno de los principales candidatos al Balón de Oro y considera que su salario debe reflejar su estatus en el mundo del fútbol.
Vinícius tiene celos de Mbappé
El problema surge cuando se compara su sueldo con el de Mbappé. Vinícius no tiene problemas personales con el francés, pero reclama el mismo trato salarial que recibe su nuevo compañero. Este reclamo ha encendido las alarmas en el club, ya que podría desencadenar una reacción en cadena, con otros jugadores exigiendo también mejoras salariales.
Florentino Pérez tiene la difícil tarea de gestionar estas tensiones internas. La estrategia del club es esperar hasta el próximo verano para renegociar el contrato de Vinícius, que expira en 2027, y ofrecerle mejores condiciones. Sin embargo, la presión desde Arabia Saudí es real y persistente, con cifras astronómicas que podrían tentar tanto al jugador como al club: 350 millones anuales netos para Vinícius y 1.000 millones de euros por su cláusula de rescisión.
Florentino Pérez deberá buscar fórmulas para frenar un incendio con Vinícius
Además, la situación se complica con la presencia de Jude Bellingham y Mbappé, quienes podrían opacar el rol estelar de Vinícius en el equipo. Aunque el brasileño es feliz en Madrid, no cierra ninguna puerta, especialmente cuando una oferta tan lucrativa está sobre la mesa. La tensión está servida, y el Real Madrid debe manejar con cuidado esta delicada situación para evitar una crisis en el vestuario que podría afectar al rendimiento del equipo.