Kylian Mbappé acabó de despertar al Barça del sueño de la Champions League. El equipo blaugrana tenía una oportunidad de oro para volver a presentarse en Wembley tras conseguir una momentánea ventaja en París, pero, a pesar de empezar el partido ganando en Montjuïc, una mala decisión de Ronald Araujo en el minuto 29 fue el principio del final.

El Barça se vio obligado a jugar con un hombre menos durante más de una hora de partido, y a pesar de tener un cojín de dos goles en el marcador general, el PSG no perdió el norte, sabedor que, tarde o temprano, podría darle la vuelta a la eliminatoria. Sea como sea, el conjunto culé fue capaz de generar ocasiones incluso con un hombre menos, pero, presionando ya a tumba abierta, el PSG cogió un contragolpe que, con la mala fortuna de un rechace que rebotó en Fermín, acabó en pies de Kylian Mbappé para que el galo hiciera el 1-4 definitivo.

Kylian Mbappé, celebrando su segundo gol durante el Barça-PSG / Foto: EFE

Mbappé lo celebró por todo lo alto (con provocación incluida)

Como no podría ser de otra manera, los jugadores del equipo francés celebraron el gol por todo lo alto. Con el 1-4 en el 89', confirmaban la ventaja de dos goles en el global y la imposible reacción de los blaugrana que, con un hombre menos, ya lo habían hecho todo para remontar sin éxito.

El problema llegó después del pitido final, cuando el '7' del PSG no supo gestionar su alegría y dedicó un par de on y va (Vamos en francés) con la mirada fijada en los aficionados culés que todavía se encontraban en las gradas de Montjuïc.

No obstante, este no fue el grito que vieron los futbolistas del Barça y que prendió la mecha de algunos de ellos, sino que todo empezó con la entrada del jugador del PSG en el túnel de vestuarios, siguiendo con su particular celebración. Gritando, el aquella noche bigoleador aseguró que "esto es fútbol y es en el campo donde hay que hablar" y algunos jugadores del Barça se lo tomaron como una provocación, llegando a encararse con el jugador y a empujarse.

Mbappé, celebrando su gol de penalti durante el Barça-PSG / Foto: EFE

Mbappé hurga en la herida

Además, Mbappé montó la escena ante un Barça con el orgullo seriamente herido. Se veía en semifinales y, hasta el momento de la expulsión, estaba ganando el partido y controlando muy bien al PSG en defensa. Además, sabía que el equipo que se encontraría en semifinales a un rival razonablemente asequible en vista de que las grandes potencias de la competición como Manchester City, Real Madrid, Bayern de Múnich y Arsenal se encontraban en el otro lado del cuadro.