Problemas muy serios en el París Saint-Germain. Este viernes, el conjunto parisino se llevó la Copa de Francia después de derrotar al Saint Étienne en la final gracias a un gol de Neymar. La victoria, sin embargo, tuvo un precio muy alto, y es que una de sus estrellas, Kylian Mbappé, se lesionó de gravedad.
El internacional francés llevó a cabo un contraataque en dirección a la portería del portero Jessy Moulin, pero entonces fue interceptado por Loïc Perrin, quien lo paró con una entrada criminal. Mbappé se quedó tendido en el suelo mientras los futbolistas de ambos equipos iniciaron una fuerte trifulca.
El delantero del PSG pudo abandonar el terreno de juego por su propio pie, acompañado por el médico del equipo, cojeando y entre lágrimas. Las pruebas médicas demuestran que tiene un fuerte esguince en el tobillo, hecho que podría provocar que el jugador se perdiera la reanudación de la Champions, que en el caso del conjunto parisino tendrá lugar el 12 de agosto contra el Atalanta.
Neymar, decisivo
En cualquier caso, el protagonista de la noche fue el exblaugrana Neymar. El delantero brasileño desequilibró la final cuando sólo se había disputado un cuarto de hora de partido marcando el único gol de la noche. La acción llegó después de una pared entre el lesionado Mbappé y Ángel Di María que el francés culminó con disparo detenido por el portero. Neymar, sin embargo, recogió el rechazo y envió la pelota al fondo de la portería sin oposición.
Después del título de liga, la Copa de Francia es el segundo trofeo de la temporada para el conjunto de Thomas Tuchel. La próxima semana, los parisinos también podrían ganar la Copa de la Liga contra el Olympique de Lyon.