El fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid se da por cerrado, pero la realidad es que todavía no lo está. Es cierto que el acuerdo está muy avanzado, y solo quedan unos pequeños detalles por resolver, si bien hay que recordar que aún no hay nada firmado. Y no podrá cerrar nada hasta los primeros días de enero, momento en el que no habrá ningún impedimento legal, ni se arriesgan a ninguna sanción. Hasta entonces, Florentino Pérez deberá de tener paciencia.
El contacto con el astro francés es permanente, y está prevista una reunión con él y con su agente, que es su madre, para la próxima semana. En ella, hablarán de muchas cosas, y esperan dejar todo listo, para poder hacer el anuncio oficial cuando crean conveniente. Eso si, hay algunas cosas que la estrella del Paris Saint-Germain no acaba de ver claras, y espera que se solucionen lo antes posible. Primero, quiere hablar con el entrenador, Carlo Ancelotti.
Porque quiere saber los planes que tiene, el estilo de juego que tendrá y la formación que usará, y por supuesto, el papel que tendría el ex del AS Mónaco. Aunque, sin duda, lo que más preocupa al campeón del Mundial de Rusia es la posible llegada de Erling Braut Haaland, que no le ha hecho ni pizca de gracia. Escucha los rumores con cierta preocupación, y espera que no se acabe concretando nada. Al parecer, no quiere jugar junto a él, por varias razones.
La primera es porque no quiere compartir protagonismo, algo lógico. Está harto de estar a la sombra de Neymar Junior, y ahora también de Leo Messi, en el Parque de los Príncipes. Por eso, espera ser la única estrella mediática en el Santiago Bernabéu, y es lo que le habían prometido. A pesar de la presencia de Luka Modric, Toni Kroos o Vinicius Junior, ninguno tiene tanto marketing como Mbappé, que sería la gran atracción.
Otro motivo más por el que el galo no quiere al delantero del Borussia Dortmund es porque cree que no se entenderían sobre el terreno de juego. Al único ariete que quiere tener al lado es a Karim Benzema.
Mbappé y Benzema, grandes amigos
Mbappé y Benzema estarían encantados de compartir ataque y vestuario, y han demostrado compenetrarse muy bien en la selección. Solo han podido jugar unos pocos partidos, pero ha sido tiempo suficiente para crear una gran amistad, y para mostrar su compatibilidad.
Los espacios que genera el ex del Olympique de Lyon, y su gran capacidad combinativa, serviría para que el ganador del Golden Boy de 2017 explotara más sus recursos. Sería el gran beneficiado, como lo fue en su momento Cristiano Ronaldo, y ahora lo es Vinicius.
Kylian ha hablado, y no quiere a Haaland en el Madrid.