Kylian Mbappé es ahora mismo mucho más que el jugador estrella del Paris Saint-Germain. Después de su renovación, también se ha convertido en el futbolista mejor pagado del planeta, y en una persona importante en la planificación de la plantilla. Nasser Al-Khelaïfi le prometió que tendría mucho poder a la hora de tomar decisiones, y que trabajará junto a Luis Campos y el nuevo entrenador, Christophe Galtier, para decidir los fichajes y las salidas.
En el apartado de despedidas, el astro francés ya ha hecho saber a quien no quiere en el vestuario, y una de las primeras víctimas que se cobrará es Neymar Junior. Ha exigido su marcha este mismo verano, y es una de las primeras sorpresas que preparan en el Parque de los Príncipes. Lo cierto es que lejos de rechazar su petición, la han aceptado al instante, y también creen que lo mejor que pueden hacer es traspasar al ex del Santos y del Barça.
Están muy descontentos con el rendimiento y la actitud que ha tenido, y están hartos de sus escándalos extradeportivos. Ya tiene 30 años, y ha entrado en un declive que es preocupante. Con su marcha, el campeón del Mundial de Rusia espera poder jugar en la banda izquierda, que es donde se siente más cómodo, y traer a un nuevo delantero centro. Ahora mismo, el gran favorito para esa tarea es Gianluigi Scamacca, del Sassuolo, que costará 50 millones de euros.
Pero Mbappé también pide la salida de Leo Messi, en su caso, el año que viene. Quiere convertirse en la principal estrella del PSG, y no tener que compartir el protagonismo con nadie, y que sea el único que pueda disfrutar de privilegios especiales. Al-Khelaïfi también ha aprobado el despido del astro argentino, aunque en este caso será el año que viene, en 2023, momento en el que finaliza su contrato, que no será renovado, viendo el nivel que ha mostrado.
Y el siete veces ganador del Balón de Oro tampoco parecía estar dispuesto a renovar, pues no es feliz con su vida en la capital de Francia, donde no se ha adaptado como esperaba.
Christopher Nkunku, su sustituto
Con el adiós de Messi, Mbappé presiona para que firmen a una nueva estrella para el ataque, pero de un perfil menos mediático, como es Christopher Nkunku, a quien conoce muy bien, después de coincidir en el PSG, y ahora también en la selección francesa. Son buenos amigos, y es uno de los principales motivos por el cual lo ha pedido a Al-Khelaïfi.
Además, cree que puede aportar mucho más al equipo, viendo la evolución que ha tenido en las filas del RB Leipzig, donde se ha erigido en uno de los mejores del planeta.
Su precio es de 60 ‘kilos’.