El Real Madrid debutó en el Santiago Bernabéu con un triunfo por 3-0 frente al Real Valladolid en su primer partido de Liga en casa. Aunque el marcador podría sugerir una victoria cómoda, la realidad fue bastante diferente. Los blancos encontraron más dificultades de las esperadas para superar al equipo de Paulo Pezzolano, especialmente en una primera mitad en la que faltó fluidez en el juego y donde las cosas no salieron como Carlo Ancelotti había planeado. Sin embargo, la mayor preocupación tras el encuentro no fue el rendimiento colectivo, sino la actuación individual de Kylian Mbappé.
El debut de Mbappé en el Bernabéu era uno de los momentos más esperados de la temporada. La afición estaba ansiosa por ver al delantero francés, que llegó como la gran estrella del verano, brillar en su nuevo hogar. Sin embargo, su desempeño dejó mucho que desear. Mbappé se mostró desconectado del juego, tocando muy pocos balones y sin crear ocasiones claras de gol. Su falta de impacto en el partido fue evidente, y esto encendió las alarmas en el banquillo merengue.
El problema principal radica en su posición en el campo. Ancelotti optó por situar a Mbappé como delantero centro, una posición en la que no parece sentirse cómodo. Acostumbrado a jugar partiendo desde la banda izquierda, donde puede explotar su velocidad y habilidad para encarar, el francés se vio limitado en su capacidad para influir en el juego. Esta situación plantea un dilema complicado para Ancelotti, ya que mover a Mbappé a la izquierda implicaría desplazar a Vinicius, quien ha sido uno de los jugadores más destacados del Madrid en las últimas temporadas.
Vinicius y Mbappé, aunque comparten cualidades similares, son jugadores que necesitan libertad para moverse por el campo y expresarse con balón. Ubicarlos en la misma banda podría generar un conflicto táctico que afectaría al equilibrio del equipo. Ancelotti, consciente de esta situación, sabe que tiene un desafío importante por delante: encontrar una manera de hacer que ambos talentos coexistan en el once inicial sin que ninguno de ellos vea mermado su rendimiento.
El encuentro contra el Valladolid dejó claro que el Madrid aún tiene mucho trabajo por hacer para integrar a Mbappé en su sistema de juego. Aunque el francés mostró destellos de su capacidad, como sus constantes desmarques y movimientos para estirar la defensa rival, no fue suficiente para marcar la diferencia en el marcador. Esto genera preocupación, ya que se esperaba que Mbappé fuera el líder ofensivo del equipo desde el primer momento.
Ancelotti, preocupado por la situación, sabe que necesita ajustar las piezas rápidamente. El técnico italiano ha visto cómo el Barcelona de Hansi Flick, con un Lamine Yamal en estado de gracia, ha comenzado la temporada con fuerza. Sabe que este año LaLiga será más competitiva que nunca, y que cualquier debilidad en su equipo podría costar caro. Por ello, deberá encontrar la fórmula que permita a Mbappé recuperar su mejor versión sin sacrificar el rendimiento de Vinicius.