Los resultados del Paris Saint-Germain están siendo muy buenos en este comienzo de temporada, pero Christophe Galtier debe de estar preocupado por un tema importante. Y es que el ambiente que se respira en el vestuario no es el mejor, a pesar de la salida de jugadores como Mauro Icardi, que solamente daba problemas. Aún y así, hay varios clanes, y algunos pesos pesados que están enfrentados, y que no se pueden ni ver. Uno de los casos más destacados tiene a Kylian Mbappé como protagonista.
El ex del AS Mónaco se ha convertido en un dolor de cabeza para Nasser Al-Khelaïfi, por varios motivos. El primero es por el status que ha adquirido después de su reciente renovación, convirtiéndose en la estrella del equipo, y en el mejor pagado, con un sueldo neto de 50 millones de euros netos por campaña. Una cosa que no ha gustado nada a Leo Messi, que ha dejado de estar en el top 1 en la escala salarial, desatando un lío de celos.
Al margen del asunto financiero, a muchos futbolistas de la plantilla no les ha hecho ni pizca de gracia ver como el delantero de 23 años adquiere importancia a la hora de planificar las salidas y las llegadas. Creen que es contraproducente, y que para eso ya está el entrenador, y también el director deportivo, Luis Campos, que aterrizó hace solamente unos meses. Y el cambio de actitud que ha tenido el campeón del Mundial de Rusia ha sido innegable.
Mbappé ha pasado a ser criticado duramente por su ego y por su prepotencia, dos valores que nunca son positivos en la convivencia. Ha protagonizado más de un escándalo, y se puede decir que está prácticamente solo en el Parque de los Príncipes. Porque el clan sudamericano no le soporta, y lo mismo se puede decir del clan europeo. Kylian únicamente tiene relación con sus compatriotas, y con algún futbolista como Achraf Hakimi, con quien sí es muy cercano.
En cambio, con Messi ha tenido más de un episodio en el cual han saltado chispas, si bien su gran enemigo es otro.
Mbappé y Neymar Junior, un conflicto que puede ser perjudicial para el PSG
Efectivamente, hablamos de Neymar Junior, que no ha ocultado que su relación con Mbappé es de todo menos buena. A pesar de que en el pasado se mostraron bastante cercanos, ahora no se soportan. Y Galtier deberá de hacer todo lo posible para que este conflicto no vaya a más, y se convierta en un conflicto muy perjudicial para los intereses del PSG.
Sin duda, tener a dos de sus grandes estrellas enfrentadas entre ellas nunca es una buena noticia para ningún equipo.