La consecución de la decimocuarta Champions League por parte del Real Madrid es el orgullo de toda la afición merengue, pero también ha servido para sacar pecho después de recibir un golpe muy bajo por parte de Kylian Mbappé y el giro de 180 grados con respecto a su futuro.
El Real Madrid tiene el orgullo herido
En gran parte de la afición del Real Madrid nació una cierta estima hacia Kylian Mbappé después de que su llegada al Santiago Bernabéu se diera por hecha. No obstante, la insistencia y los petrodólares de Nasser Al-Khelaïfi llevaron al francés a cambiar de opinión drásticamente hasta el punto de renovar con el Paris Saint-Germain hasta 2025.
Innegablemente, fue un golpe muy bajo para el madridismo, que después de una semana con el orgullo herido, ha aprovechado para sacar pecho y hacer referencia a la hazaña de los bancos como provocación al atacante francés. El estadio Santiago Bernabéu abrió sus puertas durante la noche de la decimocuarta para facilitar el visionado de la final de la Champions a la afición mediante pantallas gigantes sobre el césped. La comunión era total y los cánticos resonaban más que nunca, pero también lo hicieron los insultos hacia Mbappé antes del inicio del partido: "Mbappé, hijo de p*".
Florentino Pérez: "Hoy Mbappé no existe"
Y después de que el Real Madrid se proclamara campeón de la Champions League, era difícil para Florentino Pérez eludir cualquier pregunta en referencia a Kylian Mbappé, y efectivamente, fue preguntado por el tema. Florentino, tirando balones fuera, o dejando un mensaje para el jugador, declaró que "hoy Mbappé no existe".
En este sentido, hizo referencia a la grandeza del Real Madrid, y de cara a la posible mejora de la línea ofensiva del equipo si el presidente hubiera conseguido reclutar a Mbappé, manifestó que "esta delantera es difícil de mejorar". Para colmo en sus declaraciones, mencionó que "el Real Madrid es un club de socios y con valores".
Estas palabras pueden ser percibidas de diferentes maneras, pero Florentino Pérez no hizo uso de eufemismos y habló de valores ante una cuestión que, en términos generales, es percibida como una traición.