Aunque llegue libre de contrato, al Real Madrid no le saldrá gratis la llegada de Kylian Mbappé. No solo por el dinero que tendrá que dejarse en su sueldo y en la prima de fichaje, que se prevé que sean de los más altos de la historia del fútbol, sino por los jugadores que se verán afectados por su encaje en el equipo.

La ubicación del francés en el once será un rompecabezas para Carlo Ancelotti, que esta temporada ha optado por dar la dirección del ataque a Vinícius, Rodrygo y Bellingham, sin necesidad de que hubiese un delantero centro. Tratándose de uno de los mejores jugadores del mundo, ya se encargará el italiano de encontrarle acomodo. Difícil será la situación de otros jugadores, que podrían ver su presencia en el campo reducida considerablemente.

Joselu celebra el segundo gol contra el Bayern / Foto: EFE

Joselu y Brahim, los primeros en caer

El primero de ellos es, necesariamente, Joselu. El atacante llegó este verano cedido por el RCD Espanyol para sustituir la marcha de Karim Benzema, cuya marcha dejaba al Madrid sin un delantero puro. Aunque el plan era que fuese el suplente de un goleador de élite, la no llegada de Harry Kane o el propio Mbappé le convirtieron en el único '9' de la plantilla. A pesar del rol con el que vino, el español se ha convertido en un ídolo para la afición con su doblete contra el Bayern de Múnich. La próxima temporada, sin embargo, está lejos de poder repetir noches como esa.

Un caso similar es el que vive Brahim Díaz. Después de varios años cedido en el AC MilanFlorentino Pérez se decidió por incorporarlo definitivamente al conjunto blanco. Aunque tuvo problemas para ganarse minutos, con el tiempo se fue convirtiendo en un recurso muy apreciado por Ancelotti. La llegada de Mbappé, eso sí, le acabaría restando protagonismo.

Eduardo Camavinga celebrando un gol con el Real Madrid / Foto: EFE

Camavinga, afectado por el cambio de esquema

El otro afectado por la operación Mbappé no está en la delantera, sino en el centro del campo. Se trata de Eduardo Camavinga. A priori, el francés no debería de verse afectado por la llegada de un atacante. Pero la incorporación de un delantero en el once obligaría a Ancelotti a volver al 4-3-3, desplazando a Bellingham a la medular y dejando a uno de sus compañeros en el banquillo.

La ecuación es clara. Bellingham ocuparía el interior, acompañado por Fede Valverde en el otro lado y Aurélien Tchouaméni desde detrás. Una formación que no deja ningún hueco para Camavinga. Estamos hablando, además, del hipotético caso de que Toni Kroos dejase el Madrid. Una decisión que ni mucho menos está tomada y que, si no se produce, le complicará aún más las cosas al centrocampista galo.