Jaume Roures, socio fundador de Mediapro, confirmó este jueves en la Cadena Cope que su productora presentó una oferta para dar nombre en el nuevo estadio del Barça.
Según varias fuentes, la oferta del grupo audiovisual era de 300 millones de euros por veinte años de patrocinio del nuevo Camp Nou. Roures, sin embargo, apuntó que la negociación se frenó en seco cuando el Barça le exigió que retirara la demanda por espionaje industrial presentada en 2016 contra el ex presidente blaugrana Sandro Rosell. Así, a pesar de que el máximo mandatario del grupo audiovisual y Josep Maria Bartomeu se reunieron en varias ocasiones, la operación nunca cristalizó.
Desde el Barça, en cambio, se defiende que el problema principal era la financiación de la transacción: mientras el club solicitaba los 300 millones por adelantado, la productora quería pagar en plazos de 15 millones durante 20 años.
Además, según apunta El País, las negociaciones ya se habían paralizado previamente cuando el Barça interpuso una demanda a Mediapro, replicada por la productora, por unos contratos de publicidad estática por valor de 1,5 millones de euros.