Es imposible que Sergio Ramos y José Luís Mendilibar aguanten toda la temporada en el Sevilla trabajando juntos, ya que como se ha revelado con anterioridad, la relación entre ellos es realmente complicada, y no se soportan. No tienen ningún tipo de trato personal, más allá de un simple ‘hola y adiós’, y por lo tanto hay un incendio en el vestuario que no tendrá un buen final para una de las dos partes. Solo falta por saber quién de los dos será el primero en irse.

Para conocer los motivos de este divorcio, hay que echar la vista unas semanas atrás, cuando el internacional español contactó por primera vez con Víctor Orta, el director deportivo del conjunto de Nervión. Sabía de las necesidades que tenían de reforzar la retaguardia, una parcela en la cual existían muchas lesiones, y a priori las primeras conversaciones eran positivas. Pero el entrenador vasco apareció para rechazar categóricamente esta posibilidad.

José Luís Mendilibar/ Foto: Europa Press 

No quería traer a un jugador con una edad tan avanzada, 37 años, y que creía que podía provocar muchos problemas en la plantilla. Era partidario de tantear otras alternativas en el mercado, que considerara más interesantes y atractivas. Por ello aclaró en rueda de prensa que no había ninguna opción de que el ex del Real Madrid y del Paris Saint-Germain aterrizara en el Ramón Sánchez Pizjuán, como también reiteró el presidente del club.

Sin embargo, finalmente tuvieron que recurrir a Ramos, y rectificar con sus declaraciones. La plaga de lesiones y la falta de efectivos en el eje de la defensa llevó a que cambiaran de opinión, y firmaran al campeón del Mundial de Sudáfrica, que aceptó encantado la llamada del equipo donde dio sus primeros pasos en el fútbol profesional. Eso sí, no olvida que Mendilibar no lo quiso, y por ello no puede ni mirarlo a la cara.

Un clima tenso y preocupante, que amenaza con acabar con uno de los dos en la calle antes de que concluya el presente curso.

Mendilibar, el favorito para irse

Y en este sentido, Mendilibar es el favorito para irse. Aunque la goleada contra la UD Almería ha servido para coger oxígeno, no hay que olvidar que se enfrentaban al último clasificado de La Liga EA Sports. Si no logran mantener la regularidad y obtener buenos resultados en las próximas semanas, el futuro del entrenador del Sevilla corre peligro. Ramos, en cambio, respira tranquilo.