Estamos en los prolegómenos del próximo mundial de Fórmula 1, y el hype es cada vez más grande. Es el momento para que los equipos presenten sus nuevos conceptos de monoplaza, desarrollados expresamente para poder asaltar el dominio de un Red Bull que ha tiranizado las últimas temporadas del Gran Circo, con un Max Verstappen cuya hambre es insaciable. Los de Milton Keynes, junto al neerlandés, vuelven a erigirse en grandes favoritos para conquistar el cuarto entorchado consecutivo de Mad Max.
Otros, como Fernando Alonso, también han levantado el optimismo entre sus aficionados con unas declaraciones ilusionantes, en las que destaca que "el 2024 va a ser mejor incluso que el 2023". En Aston Martin han trabajado a destajo, al igual que el propio bicampeón del mundo que no entiende de vacaciones, para preparar la apuesta a punto del nuevo coche verde, el AMR24, con tal de asaltar la tan esperada victoria 33 del asturiano. Un monoplaza que será más rápido, y más competitivo, capaz de rendir en todo tipo de circuitos. No obstante, no será el único que avance, y en Mercedes ya meten miedo de cara al 2024.
Mercedes mete miedo a Fernando Alonso y Max Verstappen
Durante la época híbrida, la marca de las flechas plateadas, protagonizó un dominio nunca antes visto en la Fórmula 1, y que atemorizó al resto de escuderías. Los alemanes se alzaron durante ocho temporadas consecutivas, desde 2014 hasta 2021, como campeones del mundial de Constructores, un hecho que nadie quiere que se repita, a excepción de Lewis Hamilton, que quiere su octava corona, y Toto Wolff. Por ese motivo, Mercedes ha trabajado para volver a temporadas anteriores, con su nuevo concepto de monoplaza, el W15.
Las últimas palabras sobre el coche de la marca alemana han generado mucha ilusión entre el equipo, a la par que un gran terror al resto de rivales. En Mercedes, parece, han enmendado los errores y han puesto fin a los problemas de concepto que venían arrastrando desde la nueva regulación de la Fórmula 1. Ahora, tras el desarrollo del mencionado W15, las flechas plateadas esperan ser capaces de volver a ser competitivos, después de su segunda posición en la clasificación de constructores, y ganar carreras de forma constante.
"Tenemos la esperanza de que algunas de las partes negativas de nuestra parte trasera sean más aceptables y que el manejo del monoplaza sea mejor. Todo eso sale de la simulación, pero tenemos motivos razonables para creer que hemos mejorado algo", aseguró James Allison, director técnico de Mercedes, en unas declaraciones a Motorsport.com, que ya han puesto los pelos de punta a Max Verstappen, Fernando Alonso y el resto de rivales que quieren luchar por la victoria.
Hamilton quiere volver a ser campeón
Harán bien en tener miedo el resto del paddock ante las palabras de Allison, que son toda una declaración de intenciones. Tras un inicio de 2023 muy complicado, lejos del nivel mínimo exigible para un equipo de la talla de Mercedes, el equipo alemán ha sido capaz de seguir una evolución constante para acabar por delante de Ferrari y Aston Martin. Ahora, el siguiente objetivo tiene que ser el Red Bull de Max Verstappen, para invertir la tendencia al alza de los de Milton Keynes, y volver a dominar los circuitos.
Ante tal situación, Alonso y Verstappen ya saben de lo que es capaz Hamilton con su Hammer Time, ese momento en el que el británico pisa el acelerador y empieza a pintar de morado todos los sectores, sin que sus rivales puedan hacer nada más que ver como la flecha plateada vuela. Si todo sale como se espera en Mercedes, el heptacampeón del mundo, podrá volver a luchar por ganar su octavo mundial, y convertirse en el piloto más laureado de todos los tiempos en el Gran Circo.