Algo cambió para siempre en la relación personal entre Leo Messi y Ansu Fati el día en el que la perla de la cantera del Barça decidió cambiar de representante. Hasta entonces, verano de 2020, los asuntos de Ansu Fati los llevaba Rodrigo Messi, hermano del actual jugador del PSG, y Leo Messi se convirtió en el padrino de la nueva figura emergente, como en su día Ronaldinho hiciera con él. Rodrigo Messi quiere convertirse en un influyente representante, por lo que mantener en cartera a Ansu Fati era una suerte muy importante para abrirse camino en un mundo muy competitivo.

Finalmente, Ansu Fati decidió dar un paso adelante y aceptó cambiar a Rodrigo Messi por Jorge Mendes, el mejor agente del mundo, al considerar que el portugués, mucho más profesional que el argentino, lo representaría mejor. Aquella decisión no gustó a la familia Messi y, especialmente, a Leo, con el añadido de que Jorge Mendes acostumbra a ser un representante que mueve mucho a sus jugadores, por lo que crecían las opciones de que Ansu Fati se fuera del Barça antes de acabar de explotar.

Ansu Fati y Leo Messi / EFE

Crece el distanciamiento

A pesar de que la relación entre Leo Messi y Ansu Fati siempre fue cordial, el cambio de representante provocó que el argentino se alejara del actual 10 del Barça. Las risas y consejos durante los entrenamientos cesaron, así como también el estrecho vínculo durante los partidos. 

Leo Messi, consciente del enorme talento de Ansu Fati, siguió relacionándose con el joven de la cantera a la hora de buscar las jugadas de ataque, pues el Barça necesitaba de la conexión para ganar partidos y pelear por los títulos, pero la relación personal entre ambos se fue enfriando hasta ser prácticamente nula, incluso cuando Ansu se lesionó de gravedad, hasta estar prácticamente un año fuera de los terrenos de juego.

Ansu Fati, tras marcar contra el Levante / EFE

Ansu Fati, tras la sombra de Messi

Al final, el destino quiso que Leo Messi abandonara el Barça antes de lo esperado y que Ansu Fati se convirtiera en el heredero del 10 del Barça. El joven delantero, recién vuelto a los terrenos de juego tras superar una triple operación de rodilla todavía tiene que dar muchas tardes de gloria al barcelonismo para que su sombra se acerque a la de Leo Messi.

A todo el mundo le habría gustado que se repitiera aquella mítica escena entre Ronaldinho y Messi en el Barça-Albacete con Messi y Ansu Fati como protagonistas. No podrá ser, pues el argentino tuvo que irse al no poderle renovar el Barça. Nunca sabremos si de haber seguido realmente se hubiera repetido.

 

Imagen principal: Leo Messi, en un partido del París Saint-Germain / EFE