El Barça se pone en modo Champions League para eliminar al Olympique de Lyon y pasar a los cuartos de final (5-1). Leo Messi, con dos goles y dos asistencias, ha marcado el ritmo de un partido con momentos de gran fútbol y en que Philippe Coutinho, Gerard Piqué i Ousmane Dembélé también se han sumado a la fiesta.
Noche de Champions
El Camp Nou vuelve a vivir una noche mágica de fútbol, de Champions, y que vuelve la ilusión a los culés. Después de semanas de un fútbol más pobre de lo habitual, el equipo ha subido un peldaño y se ha puesto en modo "copa linda y deseada". Y lo ha hecho sin Dembélé de inicio, pero con un recuperado Coutinho.
Las expectativas eran las de un partido grande y no ha defraudado. La máxima competición europea llega a los momentos decisivos y el Barça ha respondido. Desde el primer minuto que se ha demostrado un hambre que parecía insaciable. Presión muy alta, concentración máxima y seriedad; tres aspectos claves que ha llevado a los blaugrana al éxito.
El Barça pone el estilo
Con Messi como comandante en jefe, como ya es habitual, el equipo tampoco ha tenido grietas. Desde la portería con Ter Stegen, a la defensa de Sergi Roberto, Piqué, Lenglet y Jordi Alba, sin dar opciones al rival de llegar con peligro al área. Pero es que eso no ha sido todo, porque el Barça, con un medio del campo tocador y seguro (Busquets, Rakitic y Arthur), ha provocado aquella sensación que rememoraba a tiempo pasados cuando todavía jugaban Xavi e Iniesta.
Y sí, el Barça ha tenido momentos de un fútbol excelso. Pero por encima de todo estaban obligados a marcar. Messi nunca baja la guardia, Luis Suárez ha sacado la agresividad necesaria y Coutinho ha recuperado su fútbol.
Sólo faltaban los goles porque las ocasiones han llegado. Más fácil de lo esperado, el Lyon, perdido y sin saber como superar la telaraña blaugrana, ha cometido un penalti sobre Suárez que Messi ha resuelto a la perfección en el minuto 17. Y lo ha hecho al estilo Panenka, con suavidad, pero la precisión idónea. Magia en estado puro.
Y con el portero visitante tocado después de chocar con su cabeza en una jugada, el Barça ha aprovechado que el rival estaba desubicado para marcar el segundo gol a la media hora. Combinación de aquellas que hacen levantar al Camp Nou para que finalmente Coutinho empujara la pelota dentro de la portería cuando estaba solo. El mejor Barça ha aparecido en la Champions, la competición que este año sí quiere volver a levantar.
El Lyon pone el miedo
Pero la alegría ha cambiado radicalmente en el segundo tiempo. Los 92.346 espectadores presentes en el estadio blaugrana han disfrutado, pero también han sufrido. El Lyon, sin nada que perder, ha cambiado el planteamiento: ataque total.
Y les ha ido bien a los franceses porque en una jugada liada dentro del área del Barça, con una falta de concentración de los blaugrana, ha acabado con gol de Tousart. El VAR ha revisado el gol, pero nada. En el minuto 58 el Camp Nou ha empezado a sufrir.
Veiente minutos de sufrimiento y de un partido roto. El Lyon, abocado al ataque, y el Barça, un poco nervioso. Y nuevamente ha aparecido la magia de Messi, que durante la segunda parte no había sacado mucho la cabeza, pero que ha aparecido cuando más se le necesitaba.
Messi pone la magia
Pero ya en el minuto 78 el Barça ha vuelto a virar el timón del partido. Ocho minutos para sentenciar con tres goles más: otro de Messi, uno de Piqué y uno de Dembélé, que acababa de entrar en el campo. Y los tres han tenido el sello del '10', porque uno lo ha hecho él y los otros dos los ha regalado.
Por duodécimo año consecutivo que el Barça pasa a los octavos de final de la Champions, y diez años más tarde deja al Olympique de Lyon fuera de Europa en la ronda de octavos. Los blaugrana siguen con paso firme y no dan opción a la sorpresa. Treinta partidos europeos consecutivos del Barça sin perder en el Camp Nou.