Terremoto en Can Barça. Leo Messi ha anunciado mediante un burofax que tiene la intención de abandonar el club este mismo verano y ha hecho tambalearse a todo el club. Bartomeu ha reunido de urgencia a su junta directiva con el fin de abordar la situación y crear una respuesta conjunta a las demandas del argentino y parece que la ha encontrado.
Desde el club argumentan que la cláusula que tiene el contrato de Messi, que le permite marcharse libre a final de cada temporada, expira el 10 de Junio y, dado que en aquellas fechas el capitán blaugrana no había comunicado su intención de marcharse, se le aplicaba la renovación automática para una temporada más. Entonces, en caso que Messi quiera abandonar la disciplina del Barça, como así es, tendría que ser mediante el pago de la cláusula de rescisión. Para eso, se tendría que encontrar un club dispuesto a pagarla y con capacidad de asumir la ficha del mejor jugador del mundo.
Messi, por su parte, defiende que dada la excepcionalidad de esta temporada, donde los contratos se han prorrogado a fin de que se pudieran disputar el final de la Liga y de la Champions, esta cláusula sigue vigente y que, en ningún caso, tendría que abonar la cláusula de rescisión. Ni el argentino ni Bartomeu parecen, de primeras, muy dispuestos a ceder y todo apunta que la disputa jurídica solo acaba de empezar y que durante los próximos días se irá aclarando cuál de las dos partes tiene la razón.