Los futbolistas del Barça han cumplido su parte del trato y han conseguido remontar la eliminatoria de octavos de final contra el Levante (3-0). Los hombres de Ernesto Valverde, comandados por Leo Messi y sobre todo por un Dembélé desbocado, han terminado el trabajo en la primera mitad y han hecho méritos deportivos para pasar de ronda. Ahora su clasificación depende de los despachos, donde el Barça tendrá que demostrar que no cometió alineación indebida alineando a Chumi en el partido de ida.

Dembélé, potencia y suerte a partes iguales

El Barça ha saltado al terreno de juego con la clara intención de remontar el partido. Jugaban Leo Messi, Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho; argumentos más que suficientes para aplastar un Levante que desde el minuto cero se han dedicado a defender.

Así, obviando todo el enredo sobre la alineación indebida de Chumi, el Barça muy pronto ha disfrutado de ocasiones de oro para ponerse por delante. En el minuto 5 Coutinho lo ha probado con su rosca clásica, pero un defensor granota se ha interpuesto en el camino del gol. También ha podido marcar Leo Messi diez minutos después gracias a un lanzamiento implacable de falta directa, pero Aitor, muy atento, ha conseguido parar su obús.
 

Messi Barça Llevant EFEEFE

El partido era claramente del Barça, pero el activo que acabaría siendo decisivo todavía no había entrado en juego: Ousmane Dembélé. Cuando Messi y el francés se han encontrado, las aspiraciones de acceder a los cuartos de final del Levante se han desmenuzado.

Se había disputado media hora de juego cuando el extremo se ha internado en el área granota, Messi lo ha encontrado y la unión se ha traducido en el primer gol del partido. El ex del Dortmund ha tenido suerte. Cuando se disponía a rematar, Cabaco se ha interpuesto en su camino y le ha cogido la pelota. El destino, sin embargo, ha querido que el rechazo del defensa uruguayo picara en la propia pierna de Dembélé y se introdujera en la portería de Aitor.

El vendaval Dembélé acababa de empezar. Sólo dos minutos después, el delantero se ha vuelto a desmarcar en profundidad y el periscopio de Messi lo ha vuelto a encontrar. Esta vez el francés ha regateado al portero visitante y, con poco ángulo, ha conseguido hacer su segunda diana. La fortuna le ha vuelto a sonreír: su disparo ha sido tan flojo que ha despistado un Aitor que estaba recuperando la posición.

Duodécimo gol de Dembélé, que vive un momento de forma mágico y, además, contra todo pronóstico, demuestra que tiene mucho punch.

Antes de llegar al descanso el Barça ha podido hacer el tercero para sentenciar el partido, pero ni Arturo Vidal, ni Messi ni el propio Dembélé han conseguido rematar el trabajo. Para certificar el acceso a los cuartos -al menos sobre el terreno de juego- había que esperar a la segunda parte.

Messi nunca perdona

El inicio de la segunda parte ha dejado dos grande noticias. La primera, el gran nivel de juego de Arthur, que se consolida como una pieza clave en el centro del campo blaugrana. El brasileño es una pieza vital por la salida de la pelota y ahora, además, se atreve a romper líneas y a rematar a portería.
 

Arturo Vidal Barça Llevant EFEEFE

La segunda gran noticia ha sido el tercer gol del partido, obra de Leo Messi. En el primer tiempo el argentino ha estado un tanto impreciso de cara a portería, pero si un hecho caracteriza el 10 es que nunca perdona. Dembélé ha hecho un pase en profundidad para Semedo y el portugués la ha tocado para Messi, que desde el interior del área ha definido con sutileza.

Con el trabajo hecho, el Barça ha puesto un punto más de pausa y se ha dedicado a dejar pasar los minutos. Ernesto Valverde ha regalado media hora a Luis Suárez, que ha entrado al terreno de juego con la clara intención de marcar su gol. Messi lo ha buscado de todas las maneras posibles, pero hoy no era el día. Ni siquiera una vaselina llena de picardía del uruguayo ha servido para conseguir el cuarto gol del partido.

La nota negativa del partido ha estado en el banquillo blaugrana. Con la eliminatoria sentenciada, Valverde ha decidido dar minutos a Denis Suárez, un futbolista que tiene un pie y medio fuera del equipo, en lugar de Aleñá, una promesa que tiene que debe ser clave en el futuro del club.