Hace ya una temporada que Leo Messi se tuvo que marchar del Barça. Lo hizo entre lágrimas, porque quería quedarse y renovar con el club de su vida, pero su continuidad fue imposible por varios motivos. Aunque había aceptado bajarse el sueldo un 50%, ni con esas fue posible encajar su contrato en el límite salarial del Barça.

Piqué aceptó bajarse el sueldo en el Barça

Al final, Joan Laporta lo dio por imposible y decidió que lo más sensato era que el argentino se marchara del club. Durante esta temporada, se ha seguido hablando del tema, y muchos de los titulares han apuntado hacia Gerard Piqué como uno de los responsables, que no culpables, de su salida. De hecho, el central catalán llegó a publicar su sueldo en Twitter con tal de disuadir toda la rumorología en torno a sus emolumentos.

Messi se despidió llorando del FC Barcelona / EFE

Según se ha dicho, Piqué le habría dicho a Laporta que lo mejor para la economía del club era que Messi saliera, para poder empezar a reconstruir, y sin un contrato altísimo como el del rosarino. Eso habría sentado muy mal al astro argentino, que habría cortado la relación con el central, que ya desde hace algunos años no era la mejor del mundo.

Pero lo cierto es que Piqué hizo su parte para que Messi se quedara. El defensa aceptó diferir su salario, y perdonar algunos de los variables de su contrato para bajar la masa salarial del equipo, algo que ayudó a las arcas blaugranas, pero no fue suficiente para poder retener a Messi, que tuvo que cambiar de vida, de casa y de equipo. Y lo hizo en contra de su voluntad.

Coutinho decidió no ayudar en verano

Porque el Barça habló con aquellos cuyo contrato era más elevado, y si bien los capitanes aceptaron, el jugador que más cobraba después de Messi no lo hizo. Se trata de Philippe Coutinho, que aunque no contaba para el club, ni para Ronald Koeman, que en ese momento era el entrenador, se quedó y no renunció a su sueldo.

Messi y Coutinho celebran un gol con el FC Barcelona / Europa Press

Aunque sí que lo hizo en enero, cuando salió cedido al Aston Villa, donde se va a quedar definitivamente, no llegó a tiempo, y para ese momento Messi ya llevaba cuatro meses disputando partidos con la camiseta del Paris Saint-Germain.

Sin duda alguna, que Messi no sea jugador del Barça no se explica solo por esto. Un hecho de tal magnitud siempre tiene múltiples razones, pero lo que también es indudable es que Coutinho no puso de su parte para hacer posible otro final. Ahora, un año después, Messi seguirá en París, mientras que Coutinho jugará en Birmingham para un Aston Villa que, durante esta temporada, ha rondado peligrosamente los puestos de descenso. El Barça, por su parte, sigue intentando pasar página.

 

Imagen principal: Messi, con Piqué, Laporta y Busquets, en una foto de equipo del Barça / FC Barcelona