Leo Messi quería seguir en el FC Barcelona. Tras meses reflexionando sobre dónde terminar su carrera deportiva tras frustrarse su salida postburofax, el astro argentino había decidido seguir en el Camp Nou al menos 2 temporadas más, una idea que certificó con la victoria de Joan Laporta en las elecciones a la presidencia del club. Messi y su familia ya estaban decididos, por lo que el giro del guión provocó una herida que tardará muchísimo en cicatrizar.
Todo cambio cuando el Barça se dio cuenta de que los números no cuadraban, pues la masa salarial seguía por las nubes, lo que impedía que pudiera inscribir a Leo Messi para disputar la Liga. Primero, faltaba que jugadores como Piqué, Busquets o Jordi Alba se bajaran el salario, algo que han aceptado. Por otro, hacía falta que salieran jugadores como Pjanic o Griezmann, que también se acabó cumpliendo. El problema es que no todos los jugadores aceptaron la famosa rebaja salarial, una decisión vital para entender la salida obligada de Messi, pues con el límite salarial por encima de lo permitido era imposible renovar al 10 blaugrana.
Coutinho se negó a bajarse el salario
Y es ahora cuando Leo Messi ya sabe quien es el excompañero que le traicionó, pues se negó a bajarse la ficha aún y sabiendo que era un gesto no solo para ayudar al Barça, sino para permitir la continuidad del jugador más importante de su historia.
Y es que tal y como informó este viernes el programa Onze, de TV3, Philippe Coutinho, actualmente el jugador mejor pagado de la plantilla blaugrana, no aceptó la rebaja salarial propuesta por el Barça. Además del brasileño, tampoco la aceptó Neto, que quería forzar su salida del club. Coutinho, pues, fue uno de los culpables indirectos de que Leo Messi no siguiera vistiendo de blaugrana
El fichaje más caro de la historia del Barça
A pesar de haber ofrecido hasta la fecha un rendimiento muy por debajo de lo que se podría esperar del fichaje más caro de la historia del Barça, Coutinho decidió no bajarse la ficha. Tampoco le hizo reflexionar el hecho de haber estado varios meses en la enfermería por una lesión de la justamente acaba de volver, para mantener su pobre rendimiento sobre el césped. El brasileño, dolido porque el Barça lo cedió al Bayern de Múnich, donde jugó muy poco y perdió su vitola de crack mundial, se negó a sentarse a negociar, sin atender a que había llegado una nueva junta directiva a la zona noble del club.
Y de igual forma se comportó Neto, un portero que prácticamente no juega y al cual el Barça le estuvo buscando una salida hasta el último momento, y por petición expresa del propio Neto, que a pesar de todo acabó por negarse a bajarse la ficha. De hecho, el Barça volverá a citar en breve a los representantes de ambos jugadores, junto al de Umtiti, para volver a poner encima de la mesa el asunto de la rebaja salarial.