En un momento delicado para el Barça tanto en lo financiero como en lo deportivo, el terremoto de la despedida de Leo Messi vuelve a azotar a la entidad culé. Es ahora, tres años después de la despedida del astro argentino, cuando el propio Messi ha puesto cara y ojos al jugador que rechazó una reducción de su sueldo e impidió rebajar la masa salarial que permitiese su continuidad como jugador blaugrana.

El '10' estaba decidido a seguir en el Camp Nou al menos 2 temporadas más, pero, primero, peso pesados como Gerard Piqué o Jordi Alba debían bajarse el sueldo y, en segundo lugar, jugadores como Miralem Pjanić o Antoine Griezmann debían salir del club. Ambas partes se cumplieron, pero no todos los jugadores aceptaron rebajarse el sueldo. La llave de la continuidad de Messi la tuvo un Philippe Coutinho que no aceptó cobrar menos de lo estipulado en su contrato.

Messi durante su despedida del Barça / Foto: EFE

El límite salarial quedó excedido y Messi no pudo ser inscrito en LaLiga

El límite salarial del Barça en aquella temporada estaba totalmente disparado por las nubes. Por ello, Joan Laporta puso en marcha un plan para poder revertir la crítica situación del club y comenzó a moverse para convencer a pesos pesados de la plantilla como Piqué, Sergio Busquets o Jordi Alba de que aceptaran una renovación a la baja que disminuyera su sueldo y permitiera inscribir a Leo Messi.

Después, el siguiente paso era vender a jugadores como Pjanić o Griezmann para liberar margen salarial y crear espacio para maniobrar con la inscripción del argentino. Sin embargo, el trámite no se cumplió debido a que el límite salarial del Barça seguía excedido y Coutinho, que tenía sobre su mesa una rebaja contractual, era la pieza clave para abrirle las puertas de Can Barça a Leo Messi. El brasileño rechazó y el resto es historia

Philippe Coutinho durante un partido con el Barça / Foto: Europa Press

El Barça hizo una gran apuesta por Coutinho, pero el brasileño no correspondió

Hay que recordar que el Barça hizo una gran apuesta por Coutinho, pagando 135 millones de euros por él y convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia del club blaugrana. Ni con esas el brasileño decidió agradecer al club el gesto que tuvieron con él, una actitud que deja que desear, sobre todo teniendo en cuenta que se pasó varios meses en la enfermería por una lesión de la que justamente acaba de recuperarse y de exhibir un rendimiento muy pobre sobre el césped.

El gesto del Barça cediéndole al Bayern de Múnich le sentó muy mal, ya que sintió que perdía su etiqueta de crack mundial. Coutinho se cerró en banda: se negó a negociar con la nueva junta directiva del club. Lo mismo sucedió con Neto y con Samuel Umtiti, dos jugadores que llegaron seducidos por el sueño de jugar junto a Leo Messi y que terminaron echando al astro argentino fuera del Barça.