Cuando se cumplen 4 meses de haber recibido una de las peores noticias de su vida, su salida inesperada del Barça, Leo Messi sigue preguntándose quiénes fueron las personas que le traicionaron y facilitaron que lo que parecía una renovación cerrada a falta de firma se convirtiera en un "no hay nada que hacer", obligándole a hacer las maletas y, sin tiempo para buscar, cerrar un acuerdo rápido con el París Saint-Germain.

El entorno más próximo a Messi siempre ha culpado al club y especialmente a Ferran Reverter, el CEO del Barça, que fue quien le hizo ver a Joan Laporta que la renovación del argentino era un imposible si no quería poner en riesgo al club, que no podía permitirse las cifras que se habían pactado con Jorge Messi. Laporta, un fiel entusiasta de que Messi seguiría, tuvo que pasar por el aro, pues la opinión del CEO fue bien acogida por gran parte de la junta directiva.

Leo Messi, con su 7º Balón de Oro / France Football

Los capitanes ayudaron al club y a Messi

A Messi, sin embargo, esta teoría le chirría, pues desde el club le dijeron en varias ocasiones que su renovación era económicamente viable, sobre todo porque parte de la plantilla había aceptado rebajarse el salario. El argentino sabe que los capitanes ya habían aceptado una rebaja que se cerraría tras volver de las vacaciones. Piqué, Jordi Alba y Sergio Busquets, amigos de Messi, aceptaron la rebaja, para dar ejemplo y ayudar a que Messi siguiera, conscientes de que un Barça con Messi sería más competitivo por lo que a ellos les irían mejor.

Además, el Barça se sacó de encima la ficha de Griezmann, la segunda más alta de la plantilla, en otro movimiento pensado para vaciar masa salarial y permitir inscribir a los fichajes y a Leo Messi. ¿Qué paso entonces para que de un día para otro todo se fuera por el desagüe?

Philippe Coutinho, jugador del Barça / Europa Press

Coutinho se negó a bajarse el sueldo

Y es aquí donde aparecen 3 nombres que traicionaron a Leo Messi. El primero fue Pjanic, que se negó a rebajarse el salario al estar molesto con Koeman, aunque al final aceptó irse a la liga turca, a intentar jugar y de este modo ganarse un retorno al Barça. El segundo fue Neto, que también se cerró en banda a cobrar menos al estar enfadado por la falta de minutos.

El tercero, y más grave por el volumen de su ficha, fue Philippe Coutinho, que tal y como informó hace unas semanas el programa Onze, de TV3, no aceptó en su momento la rebaja salarial propuesta por el Barça. Quizá el brasileño no era consciente en aquel momento que estaba facilitando que el Barça se viera en la obligación de cortar a Leo Messi, que vio como al final salía del Barça por la puerta de atrás.

 

Imagen principal: Leo Messi, llorando en su despedida del Barça / EFE