Leo Messi decidió rechazar la oferta de ampliación del Paris Saint-Germain, así como la opción de regresar al Barça, para aterrizar en el Inter de Miami. También pudo acabar en Arabia Saudí, donde el Al-Hilal le prometía ser el deportista mejor pagado de la historia, pero el dinero no fue suficiente para convencer al astro argentino, que tenía decidido trasladarse a Estados Unidos. Porque es un país que le gusta mucho, y que conoce muy bien.
Y es que pudo visitarlo cada año cuando todavía pertenecía al conjunto azulgrana, debido a que es donde se hacen las pretemporadas. Y la ciudad de Miami es de su total agrado, y también de su familia, porque hay muchos hispanohablantes, y el clima es muy similar al de España. David Beckham utilizó este argumento para convencerle de que se uniera a su franquicia, y también le prometió que estaría rodeado de caras conocidas en el vestuario.
De momento, el exfutbolista inglés ha cumplido con su palabra, y ha armado un equipo hecho a medida para que el siete veces ganador del Balón de Oro se sienta como en casa. Poco después de confirmar su fichaje también anunció el de Jordi Alba y el de Sergio Busquets, los dos únicos amigos que dejó en el Camp Nou, y próximamente se puede sumar el de Andrés Iniesta, que sigue sin trabajo después de anunciar su salida del Vissel Kobe japonés.
Para el banquillo, el elegido fue Gerardo ‘el Tata’ Martino’, al cual Messi conoce perfectamente, después de trabajar juntos en el Barça durante una campaña. Pero Leo no se conforma solamente con eso, y todavía pide más. Porque está completamente obsesionado con volver a reunirse con uno de sus mejores amigos, Luis Suárez, que actualmente defiende los colores del Gremio de Porto Alegre de Brasil, al cual llegó en enero, procedente de Nacional de Montevideo, donde dio sus primeros pasos.
Beckham le prometió que el goleador uruguayo sería la próxima estrella en llegar a la Major League Soccer, pero no ha podido conseguirlo.
Gremio no permite la marcha de Luis Suárez
Gremio se ha negado rotundamente a dejar salir al ex del Liverpool, del Groningen, del Ajax de Ámsterdam o del Atlético de Madrid, e insiste en respetar el contrato que pactaron con él, que es válido hasta el mes de diciembre de 2024. De modo que su llegada a Miami se ha complicado mucho.
Y esto no ha gustado en absoluto a Messi, que se muestra enfadado y engañado con Beckham.