Uno de los primeros candidatos a hacer las maletas y marcharse del Barça para dejar espacio en la escala salarial era Jordi Alba. Porque a partir de la próxima temporada pasará a percibir un sueldo de 36 millones de euros brutos, es decir, 18 netos, como está estipulado en su contrato. De esta forma, se convertirá en uno de los mejores pagados de la plantilla, a pesar de que ha perdido la titularidad tras la irrupción brutal de Alejandro Balde.

Por primera vez desde que aterrizó en el Camp Nou ha tenido que asumir un papel secundario, una cosa a la cual no está acostumbrado. Y Joan Laporta había decidido colocarlo en la lista de prescindibles, para así no tener que pagarle tanto dinero. El presidente cree que no justifica esa ficha, y que lo mejor que pueden hacer es tratar de darle salida, a pesar de que todavía tenga firmado por otro año más, es decir, hasta 2024. Una cosa que ya intentaron hacer el pasado verano.

Y es que muchos recordarán que aceptó una propuesta de cesión del Inter de Milán, que fue rechazada por el propio jugador. Mateu Alemany nuevamente tenía la misión de dar salida al ex del Valencia, del Gimnástic de Tarragona y del Cornellá, aunque son conscientes de la dificultad que esto implica, pues pocos conjuntos están interesados en el lateral zurdo, que ya tiene 34 años, y ha experimentado un declive en su rendimiento desde hace algunas campañas.

Sin embargo, en el Barça se han visto obligados a tener que cambiar de planes, y lo más probable en estos momentos es que Alba siga otro curso más. Todo, por culpa única y exclusivamente de Leo Messi, quien ha obligado a mantener en el vestuario a uno de los pocos futbolistas con los cuales sigue manteniendo el contacto. Si la estrella del Paris Saint-Germain regresa al conjunto que ahora dirige Xavi Hernández es para coincidir de nuevo con Jordi.

En caso de que el internacional español haga las maletas, el campeón del Mundial de Qatar ha advertido a Laporta que no tiene intención de negociar.

Messi y Jordi Alba, cenando juntos de nuevo en Barcelona

Messi le ha prometido a Jordi Alba que no tiene de qué preocuparse, y que si vuelve al Barça serán otra vez compañeros. Así de claro se mostró en la última cena que tuvieron, hace tan solo unos días, y en la cual también estuvieron presentes Sergio Busquets y Pepe Costa, antiguo empleado del conjunto azulgrana.