Joe Biden ha ganado las elecciones y será el nuevo presidente de los Estados Unidos, noticia tranquilizante para el mundo. El show de Donald Trump todavía no ha acabado, con amenazas de denuncias de fraude, pero su eslogan quedará en los libros de la historia: Make America Great Again. Seguro que América será más grande sin Trump y, sin duda, Messi ha hecho a Griezmann grande otra vez, haciendo el símil deportivo.
El francés estaba más cuestionado que nunca, parecía gafado, fallaba ocasiones imperdonables y la pelota no le entraba... hasta que ha aparecido Messi con la varita mágica y le ha regalado un gol. El argentino ha dejado pasar la pelota para dejar solo a Griezmann, y esta vez, el '7' ha podido marcar a placer.
Messi ha cambiado el partido después de salir en la segunda parte (5-2) como suplente (por decisión técnica) y ha ayudado a liberarse a Griezmann. Antes, el ex del Atlético de Madrid ha asumido la responsabilidad de chutar el primer penalti de la tarde, pero Bravo lo ha parado. El bloqueo de cara portería era cada vez más evidente y el aspecto psicológico iba ganando terreno.
Veremos si el efecto Messi tiene consecuencias en el rendimiento deportivo de Griezmann, que necesitaba, más que nunca, este gol. Lo más difícil ya está hecho.