De la misma manera que el Inter Miami de Leo Messi encaraba sus últimos preparativos para la MLS en temperaturas gélidas, su estreno en la competición de la regularidad estadounidense ha sido precisamente lo antagonista. La primera jornada de los de Javier Mascherano se saldó con un 2-2 contra el New York City en un partido que acabó de lo más caldeado.
Messi, capitán del equipo de Florida, no se cortó ni un pelo a la hora de hacerle saber al árbitro, Alexis da Silva, su contrariedad con sus decisiones. El caso es que, aunque los herons pudieron salvar un punto en el último minuto, tuvieron que jugar durante más de una hora de partido con un hombre menos por una expulsión cuanto menos rigurosa. Cuando el marcador del Chase Stadium reflejaba un 1-0 a favor de los de Miami, Tomás Avilés realizó una entrada sobre Alonso Martínez que le derivó en la expulsión, y aunque el contacto con la pelota del argentino fue limpio, Da Silva consideró que el agarrón anterior era suficiente para señalar falta y que, por lo tanto, al ser último hombre, era roja.
Una decisión que acabó con Leo Messi fuera de sí
En vista de la acción y del minuto en el que se produjo (23'), la expulsión era demasiado castigo. Sea como sea, aunque el conjunto neoyorquino le dio la vuelta al marcador, en el último minuto del tiempo añadido, Leo Messi asistió a Telasco Segovia para que el venezolano dejara la contienda en reparto de puntos.
Con ese pase de gol, Messi culminaba su segunda asistencia del partido y, como no podría ser de otra manera, se erigía en uno de los principales nombres propios de la noche. No obstante, las imágenes que el ex del Barça dejó tras de su pitido final acabaron de hacer de su figura la más buscada.
🚨 Lionel Messi ended up furious with the referee after the controversial Inter Miami vs. New York match, which ended 2-2.
— MARCA in English �������� (@MARCAinENGLISH) February 23, 2025
The Herons had to play over an hour with one player less.#MLS #Messi pic.twitter.com/wSGhtrZuuA
Messi, fuera de sí, se enfrentó con el árbitro, según el Diario Olé, tildándolo de "cagón". Esta actitud del astro argentino acabó con Alexis da Silva mostrándole la tarjeta amarilla, y aunque Messi siguió con sus protestas, acabó emprendiendo el camino a vestuarios sin consecuencias mayores. No obstante, cuando parecía que la escena iba a acabar, mientras Messi se dirigía a la banda, un asistente rival le hizo un comentario que volvió a encenderle. En este contexto, Messi le puso la mano en la parte posterior del cuello para conversar con él, pero acabó haciéndolo con fuerza y con un gesto con la mano que invita a pensar que el '10' del Inter Miami quería seguir con la conversación en otro lugar.