Ha llegado el día. Esta noche, en el Parque de los Príncipes, PSG y Real Madrid se miden en un duelo de poder a poder en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Desde que el pasado mes de diciembre el azar, y el error en el primer sorteo, determinaran que franceses y españoles se iban a encontrar, todos esperaban con ansias que llegara el día del partido.
Ni Madrid i PSG llegan en un momento óptimo
Pero lo cierto es que ni unos ni otros llegan en las mejores condiciones posibles. El Madrid mantiene la duda del estado físico de Karim Benzema y de si Gareth Bale puede jugar dos partidos seguidos, pero su rival no está mucho mejor. Neymar no juega desde el pasado 28 de noviembre, y si puede jugar unos minutos, no será en un estado óptimo. Además, deportivamente, ambos están en una situación casi idéntica.
Ambos lideran sus respectivas ligas, pero en las últimas semanas han quedado eliminados de la copa. El Madrid cayó en San Mamés ante el Athletic Club mientras que el PSG hizo lo propio en casa contra el Niza, y en la tanda de penaltis, pero una de las muchas preocupaciones en el seno de la entidad parisina es el buen ambiente, o precisamente la ausencia de ese buen ambiente, entre sus jugadores.
Desde principio de temporada se ha podido diferenciar al vestuario del PSG en dos bandos muy marcados. Explicó el periodista Eduardo Inda que "hay dos bandos enfrentados. El hispano con Neymar y Messi y el francófono con Kimpembe, Mbappé, Kurzawa, etc".
Alto al fuego para la Champions
Y pese a lo que se podía imaginar, Sergio Ramos no está alineado con el bando hispano. Como es lógico, no tiene la mejor relación del mundo con Leo Messi, después de sus infinitas disputas durante los Clásicos en los que uno capitaneaba al Barça y el otro al Madrid.
El central andaluz publicó una foto en sus redes sociales tomando algo con Kylian Mbappé, y acompañado también de Thilo Kehrer, Georginio Wijnaldum y su excompañero Keylor Navas. Todos sonrientes, a dos días de verse las caras con el Madrid. Los bandos existen, pero todos son lo suficientemente profesionales como para saber separar las cosas.
"Me cuentan que ese enfrentamiento que lleva meses en el punto álgido lo han dejado de lado para centrarse y unirse en esta eliminatoria", añadió el propio Eduardo Inda. Alto al fuego, entre los jugadores del PSG, para apuntar sus armas exclusivamente a sus homólogos de blanco. Que gane el mejor.