Leo Messi no puede estar más decepcionado con su primera temporada en el Paris Saint-Germain. Se marchó allí para pelear por la Champions League, y han caído eliminados en octavos de final, a manos del Real Madrid. Es decir, que en marzo ya han fracasado, y los próximos meses solamente jugarán la Ligue 1, una competición que ya tienen en el bolsillo. Además, ni él ni su familia se han adaptado a Francia, y echan mucho de menos España.

El astro argentino no es feliz en el Parque de los Príncipes, y eso ha influido en su rendimiento, de manera innegable. Está muy lejos de su mejor versión, y las cifras que está obteniendo son realmente pobres. Por esa razón, se ha especulado con su posible salida del Parque de los Príncipes, y más, en caso de que Nasser Al-Khelaïfi acabe firmando a Cristiano Ronaldo, que es una de las primeras peticiones que ha hecho Zinedine Zidane, quien será el nuevo entrenador.

Cristiano Ronaldo/ EFE

Y, de manera inmediata, se ha comenzado a especular con el regreso del siete veces ganador del Balón de Oro al Barça. Por fin ve un proyecto estable y ambicioso, y estaría encantado de ponerse a las órdenes de Xavi Hernández, con el que mantiene una excelente relación. Joan Laporta, en cambio, no acabó bien con Jorge Messi, el padre y representante de Leo, pero estaría dispuesto a hacer las paces, para conseguir que vuelva a vestir de azulgrana.

El problema es que hay varios jugadores de la plantilla que rechazan la idea de traer de vuelta al atacante de 34 años. Entre ellos, se encuentra un Gerard Piqué que era íntimo amigo suyo, pero desde hace tiempo ya ni se dirigen la palabra. De hecho, ni siquiera se despidió de Messi cuando anunció su marcha del Camp Nou, para aterrizar en el PSG. Y tampoco estuvo en la cena de despedida, ni en la cena que tuvieron recientemente, en la que sí estaba Sergio Busquets y Jordi Alba.

Otro crack al que no le sentaría nada bien escuchar que el ex de Newell’s Old Boy regresa es a Riqui Puig, uno de sus grandes enemigos en el vestuario. Ni tampoco, a Anssumane Fati, ya que no tenía una buena relación con él, y no quiere perder el dorsal ‘10’.

Marc-André ter Stegen, otro que se opone

Para acabar, tendríamos a Marc-André ter Stegen, que no quiere saber nada de Messi. Se pelearon durante un entrenamiento, y desde entonces no volvieron a dirigirse la palabra. En caso de que Laporta hubiera renovado a Leo, el alemán se habría planteado su marcha.

Y ha vuelto a pensar en abandonar el Barça, después de escuchar que puede volver.