La política de fichajes del Paris Saint Germain desde que el fondo de inversión de Qatar llegó al club ha sido muy clara. Al-Khlaïfi quería juntar en su equipo a los mejores jugadores del mundo con el objetivo de llenar el vestuario de estrellas y levantar la primera Champions League de la historia del club parisino. Sin embargo, a diferencia de lo que ha hecho el Manchester City, el otro gran equipo europeo financiado por un jeque, no le ha dado ningún poder a su entrenador y el vestuario del club siempre ha sido una lucha de egos que no ha acabado nunca con final feliz.
En el vestuario del Parque de los Príncipes nunca se ha respirado un ambiente sano como para convertirse en un equipo que se convierta en campeón remando en una única dirección. Cavani, Ibrahimovic, Mbapppé, Neymar... todos ellos han tenido encontronazos que han copado las portadas de los principales periódicos franceses. Pero ahora la polémica también ha salpicado a Leo Messi, que se encuentra en una situación cada vez más complicada y se estaría repensando su futuro.
La derrota contra el Monaco propicia una bronca descomunal
Concretamente, ha sucedido después del Moncaco - Paris Saint Germain del pasado fin de semana, que acabó con una inesperada derrota del conjunto visitante por 3 a 1. Si bien es verdad que en el campo no estaban ni Messi ni Mbappé y Verratti, la realidad es que la imagen que ofreció el PSG fue muy pobre, encajando tres goles en la primera parte. Un resultado que levantó mucho revuelo entre los pesos pesados del equipo que se encontraban en el campo.
Y es que tal y como explica el prestigioso diario francés L'Equipe, los instantes posteriores de la derrota fueron todo un polvorín. Marquinhos y Neymar protagonizaron una fuerte discusión contra Luis Campo, el director deportivo del club que había entrado al vestuario muy enfadado con la actitud de sus jugadores. Los dos futbolistas brasileños le contestaron y empezó la 'guerra'. Una discusión a la que se sumaron también Donnarumma y Ekiteké, los dos únicos jugadores que no obedecieron al capitán Marquinhos y se fueron a saludar a los ultras de su equipo tras el silbido final.
La lucha de egos provoca el enfado de Messi
Y como no podía saber de otra manera, aunque no estuviera presente de forma física, Leo Messi se ha enterado de todo lo que ha ocurrido tras el partido. El argentino sabe que con esta actitud es casi imposible levantar títulos y por este motivo desde Francia dan casi por perdido al exjugador del Barça. Ahora bien, pese a esto, lo que sigue siendo toda una incógnita es su próximo club. El reciente campeón del mundo, ya con el regreso al Barça casi descartado, tiene ofertas de la MLS, Argentina y Arabia Suadita, pero todavía no tiene nada claro su próximo destino.