El liderato en la fase de grupos de la Champions League ha pasado a un segundo plano en can Barça. Si bien es cierto que la tranquilidad que otorgaba haber hecho los deberes con tiempo permitía a los de Xavi Hernández darse ciertas libertades, el enfrentamiento ante el Amberes ha sido la gota que ha colmado el vaso. Lejos de pagar los platos rotos, tras la dolorosa y humillante derrota ante el Girona, con el conjunto belga, los culés volvieron a hacer el ridículo, esta vez, en una noche europea que ha dejado muy tocados a los futbolistas, y al entrenador.

El FC Barcelona volvió a caer con estrépito, y más allá de la derrota, que también duele, fue la manera de hacerlo y el rival. Sin menospreciar al Amberes, se esperaba que los blaugrana disiparan las dudas que están dejando en LaLiga EA Sports, ante la cenicienta del grupo, el colista, que nunca había conseguido una victoria en la Champions League, hasta ayer. La imagen dada en Bélgica ha hecho encender todas las alarmas en la directiva catalana, que está empezando a dudar de la capacidad de Xavi para liderar al grupo y reflotar la situación.

Oriol Romeu tras ser substituido por Xavi Hernández en Amberes / Foto: EFE

Mestalla puede dictar sentencia

De hecho, la derrota ante los gerundenses ha obligado a Joan Laporta a inmiscuirse en los planes del técnico egarense. Xavi dio una convocatoria que, más tarde, hubo de rectificar por las presiones de su presidente, que pidió que se llevara a los hombres importantes para asegurarse una victoria que suponía una cifra significativa para las arcas catalanas. Sin embargo, nunca llegó. Además de no poder dar descanso a los futbolistas de más peso, que acabaron siendo titulares, el Barça perdió con una imagen lamentable.

Ahora, en medio de fuertes turbulencias, el conjunto catalán llega a una de las plazas más difíciles de torear, Mestalla. El próximo enfrentamiento para los de Xavi será ante un Valencia que, si bien está en horas bajas, siempre se ha erigido como uno de esos duros rivales a batir, y para Xavi no es un partido cualquiera, ni para los pesos pesados del vestuario.

Joan Laporta señalando con rostro enfadado / Foto: EFE

La jornada 17 de LaLiga EA Sports se ha convertido en una final importantísima para la plantilla culé, del primero hasta el último. Una derrota ante los de Rubén Baraja pondría en una situación muy límite para el entrenador de Terrassa, que está a 7 puntos del Girona y a 5 del Real Madrid, con el Atlético de Madrid asomando a la puerta de la tercera posición.

Xavi pierde el crédito

El Barça va cuesta abajo y sin frenos. Y no ganar implica decir adiós a uno de los grandes objetivos del club esta temporada, más allá de superar la fase de grupos de la Champions, revalidar el título de liga. Un campeonato doméstico que puede resultar imposible para los blaugrana antes del parón invernal, una situación que desde el Barça no están dispuestos a aceptar.

Xavi Hernández dando indicaciones / Foto: EFE

Laporta, en la llegada a su segundo mandato como presidente, dijo que perder tendría consecuencias y se cargó a Koeman, ahora, la próxima víctima debería ser Xavi. La derrota ante el Girona hizo mucho daño en las altas esferas del club y todavía andan lamiéndose las heridas, de las que culpan a Xavi. El entrenador egarense necesita dar un volantazo, dar un golpe sobre la mesa con una demostración de buen juego y una victoria de esas que convence, si no quiere ensuciar su leyenda con un despido antes de tiempo.