Hace más de cinco años, en el mes de diciembre del 2013, el heptacampeón del mundo de Fórmula 1, Michael Scumacher, sufrió un accidente mientras esquiaba en la estación de Méribel que lo dejó en coma. Desde entonces el estado de salud del deportista es una incógnita después de superar una fase crítica en sus inicios. Pero la recuperación parece que es un hecho y que poco a poco va mejorando.
Todavía sin saber nada a ciencia cierta sobre su estado de salud, la última información al respecto ha sido de Jean Todt, exjefe de Ferrari y actual presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). En una entrevista a Radio Montecarlo, Todt ha explicado que Schumacher "está progresando bien" y que vieron juntos por la televisión la carrera del pasado fin de semana en Hockenheim, aunque en diferido. "Siempre voy con cuidado con anuncios como este, pero es verdad. Veo las carreras con Michael Schumacher en su casa en Suiza", ha explicado Todt.
Y podría ser que hubiera visto este pasado fin de semana a su hijo Mick Schumacher, que corrió en Hockenheim con el monoplaza de su padre, el F2004, con el cual consiguió el último Mundial en el año 2004. El actual piloto de Fórmula 2 dio una vuelta de honor durante la sesión de calificación del sábado.
A moment to treasure ❤️@SchumacherMick drives his dad's Ferrari F2004 at Hockenheim on Saturday#GermanGP 🇩🇪 @scuderiaferrari pic.twitter.com/yBB9VLsYQb
— Formula 1 (@F1) July 27, 2019
Jean Todt también ha añadido que "no se rinde y sigue luchando", pero relata que tiene dificultades para comunicarse: "Su familia está luchando muchísimo y obviamente nuestra amistad no puede ser la que una vez fue, simplemente porque no hay la misma comunicación que antes".