Giro inesperado sobre el estado de salud de Mino Raiola. Después de que se diera por hecho su fallecimiento, con los principales medios de comunicación europeos informando sobre ello y hasta con algún comunicado de despedida, como el del Real Madrid, el propio Raiola ha escrito un tuit negando estar muerto. "Mi estado de salud actual para los que se preguntan: cabreado, por segunda vez en 4 meses me matan. También parecen capaces de resucitar". Poco antes, uno de los médicos que lo están tratando ha hablado a la agencia de noticias ANSA. "Me indignan las llamadas telefónicas de pseudo periodistas que especulan sobre la vida de un hombre que lucha", ha manifestado el doctor Alberto Zangrillo.
El representante, entre otros muchos, de jugadores como Ibrahimovic, Haaland, Pogba o Donnarumma, tuvo que ser intervenido de urgencia el pasado mes de enero, en Milán, una operación de la que no trascendieron demasiados detalles, más allá de que había ido bien y de que Raiola se trasladó a Montecarlo para recuperarse. Las alarmas saltaron el pasado mes de enero, cuando La Gazzetta dello Sport informó de que Mino Raiola había tenido que ser intervenido de urgencia por un problema pulmonar y que se encontraba en estado grave. Días después, desde el entorno de Raiola se dijo que estaba bien y que la operación no había sido de urgencia, sino programada. Desde entonces, no trascendió nada más, solo que el representante estaba en su casa de Montecarlo, donde había recibido varias visitas, entre ellas la de Erling Haaland.
Raiola, de Bergkamp a Ibrahimovic
Nacido en Salerno (Italia), Carmine, Mino, Raiola emigró siendo muy joven a Haarlem (Países Bajos), población muy próxima a Ámsterdam. Era conocido como el pizzero, pues fue en la pizzería familiar en la que forjó amistad con varios jugadores del Ajax, entre ellos Ibrahimovic y Maxwell. "Desde el primer momento entendí que era uno perro prepotente. Igual que yo", afirmó un día Raiola en referencia. Antes de ello, jugó a fútbol en el HFC Haarlem, sin éxito, aunque logró convencer al presidente, que era cliente de la pizzería, de que le nombrara director deportivo. No tardó en contactar con Corrado Ferlaino, presidente del Napoles, al que está a punto de convencerle para que comprara el Haarlem.
Poco después deja el club y crea una agencia propia, Intermezzo, para traspasar futbolistas neerlandeses al fútbol italiano. El primero fue Brian Roy, que pasó del Ajax al Foggia. El gran movimiento lo hizo después, cuando fue elegido por el Ajax para hacer de traductor en el traspaso de Bergkamp al Inter de Milán. Raiola participó activamente en la operación, forjándose una gran fama. Tras destacar en la operación Bergkamp, Raiola logró hacerse con los derechos de Ibra y Maxwell, a los que movió a la Juventus, el Inter y el Barça, logrando una fama espectacular. Sus formas eran poco ortodoxas, pero su gran habilidad encantaba a los jugadores, pues era experto en conseguirles grandes contratos.
Uno de los mejores agentes del mundo
Con el tiempo, Mino Raiola empezó a aumentar su cartera de futbolistas con nombres como Pogba, Balotelli, De Ligt, Donnarumma, Verratti, De Vrij, Gravenberch o Irving Lozano, un auténtico elenco de estrellas con las que hizo crecer su imperio.
En estos momentos, de hecho, se encontraba trabajando en lo que iba a ser uno de los movimientos más importantes de su carrera, el de Erling Haaland, lo que provocó que en verano se dejara ver en Barcelona y en Madrid. Ahora falta por ver qué ocurre con todos los jugadores de su agencia.
Imagen principal: Mino Raiola, representante de Erling Haaland / EFE