Luka Modric era una de las incógnitas en la alineación del Real Madrid, debido a que no llegaba en su mejor momento de forma. Y en algunos periódicos se atrevían a colocarlo en el banquillo, para dar entrada a Dani Ceballos acompañando a Fede Valverde y a Eduardo Camavinga en la medular. Sin embargo, Carlo Ancelotti volvió a dar un voto de confianza al ‘10’, que no decepcionó, y volvió a dar un recital contra el Liverpool.
Fue uno de los responsables de la cómoda victoria en Anfield, dejando prácticamente encarrilada la clasificación a cuartos de final de la Champions League. El astro croata se olvidó por un momento de los problemas que venía acumulando en las últimas semanas, y recordó a su mejor versión. De nuevo, fue ese jugador imparable, que cuesta creer que ya tenga 37 años, debido al despliegue físico que realizó y a los kilómetros que recorrió.
A aquellos que consideraban que el ex del Dinamo de Zagreb y del Tottenham Hotspur estaba acabado, y lo mejor que podían hacer en el Santiago Bernabéu era prescindir de él, tuvieron que quedarse callados. Y el primero que quiere evitar que el ganador del Balón de Oro y del ‘The Best’ de 2018 termine haciendo las maletas es Florentino Pérez, que está negociando la ampliación de su vínculo. El problema es que la oferta que le ha presentado es insuficiente.
Porque pide a Modric que se baje el sueldo para poder seguir en el Madrid. Una propuesta que no ha gustado en absoluto al ‘10’, que cree que se merece un reconocimiento por la importancia que tiene en el vestuario. Sigue siendo uno de los pesos pesados, y no solo eso, sino que a día de hoy todavía es una pieza indispensable para Ancelotti en sus esquemas. Por no hablar de la afición, que le considera un ídolo, gracias al compromiso y la lealtad que ha demostrado siempre.
Si no consiguen solucionar las diferencias entre ambas partes, Luka puede acabar saliendo en el mes de junio, cuando será agente libre.
Modric, ¿una salida como la de Leo Messi del Barça?
Modric puede acabar marchándose del Madrid por la puerta de atrás, tal y como ocurrió con otras leyendas de la magnitud de Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo o Iker Casillas. Y por parte del Barça, lo pudimos ver con Leo Messi.
No se merece esto, pero todos sabemos que a Florentino Pérez no le tiembla el pulso, y exige un esfuerzo y un sacrificio al balcánico.