Carlo Ancelotti llegaba a las semifinales de la Supercopa de España cuestionado. El Real Madrid había firmado una actuación muy deficiente contra el Villarreal, una dura derrota que había puesto en el centro de la crítica a Ancelotti, que como ya sucedió la temporada pasada, vive en el alambre. El plan de Florentino Pérez era cambiar de entrenador, pues el italiano solo era un técnico puente, pero el inesperado doblete logrado por el Real Madrid lo paralizó todo.
Para añadirle pimienta al asunto, el Real Madrid viajó a Arabia Saudita con dos bajas importantes, las de Alaba y Tchouaméni. Aún y así, Ancelotti ha sorprendido a todos al anunciar la alineación titular, en la que destacaba una ausencia inexplicable, la de Luka Modric. El entrenador italiano no lo ha dudado y ha optado por Kroos como pivote defensivo, con Camavinga y Fede Valverde en los interiores. Modric, que termina contrato el 30 de junio, empieza a verle las orejas al lobo.
Modric ya no es imprescindible
Y es que en el Real Madrid tienen la sensación de que Modric está llegando al final de su gran carrera deportiva. El croata, indiscutible hasta hace poco, ha llegado muy cargado físicamente del Mundial de Qatar, lo que ha aumentado la teoría de que quizá habría que plantearse un camino diferente. El plan era renovarlo y empujar a Toni Kroos a una salida, pero viendo como se multiplican las opciones de fichar a Bellingham, posiblemente lo más lógico es no hacer demasiado para que Modric renueve.
El Real Madrid le pondrá encima de la mesa un contrato, por un año y con una rebaja salarial. Si Modric lo acepta, seguirá una temporada más. Si lo considera insuficiente, saldrá del Real Madrid con todos los honores, con un merecido homenaje, como ya sucedió el verano pasado con Marcelo.
Camavinga, la apuesta del Real Madrid
Ahora falta por ver cómo reacciona Modric a la nueva situación. Ancelotti ya sabe que está cuestionado, pero que nadie le echara en cara que deje en el banquillo en partidos importantes a Modric o a Kroos. El Real Madrid quiere que Camavinga y Valverde ganen todavía más peso en el equipo, por lo que el italiano sabe que, si quiere ganarse al club, debe darles más protagonismo. Contra el Valencia, sin embargo, Ancelotti ha tenido que dar entrada a Modric en el descanso, ya que Camavinga se ha jugado la expulsión con una entrada a destiempo teniendo ya una tarjeta amarilla. Y Modric no ha jugado nada bien, mostrando un nivel físico muy alejado de su mejor versión.
Después de rechazar una gran oferta del Inter de Milán hace dos temporadas, Luka Modric nunca ha escondido que su objetivo es colgar las botas en el Real Madrid. El problema es que quiere jugar, aunque sea sustituido después. Si a partir de ahora debe ser suplente en los partidos importantes, sin embargo, podría cambiar de opinión.