Clément Lenglet es uno de los grandes perjudicados por la llegada de Xavi Hernández. La temporada pasada, fue uno de los grandes señalados del Barça, y cometió errores muy graves, pero eso no le hizo perder la titularidad. Ronald Koeman siguió confiando en él, una decisión que muy pocos entendieron, y que provocó que fuera duramente criticado. Esta campaña, comenzó jugando menos, y ha disfrutado de menos oportunidades, mostrándose algo más acertado.
Aún y así, en las últimas semanas ha desaparecido completamente del mapa, y ha pasado a tener un papel testimonial. Ni siquiera las lesiones de Samuel Umtiti y de Eric García le han permitido poder jugar más, y es uno de los grandes candidatos a hacer las maletas. Porque solo juega en partidos sin importancia, o entra para disputar los últimos minutos, como contra el Deportivo Alavés. Fue un cambio para perder tiempo, y para asegurar más la defensa.
Eso no le gustó nada al internacional francés, que se siente muy poco valorado en el Camp Nou. Es el primero que hace autocrítica, y que reconoce que el curso anterior estuvo muy por debajo de su 100%. Sin embargo, esperaba que alguien saliera a defenderle, o que se valorara su compromiso y su implicación. Pero lo único que ha escuchado hacia él son críticas destructivas, y Joan Laporta ni siquiera le consultó antes de colocarle en la lista de transferibles.
También está muy molesto con Xavi, que siempre le ha halagado en público, y le ha reconocido su actitud durante los entrenamientos. Por eso, Lenglet no acaba de entender el motivo por el que juega tan poco, pues no le ha dado ninguna explicación. La relación entre jugador y entrenador es nula, y la química, inexistente. Así que todos los caminos le llevan a abandonar el Barça, al que llegó en 2018, para ser el tercer central de la plantilla.
No generó demasiada expectación, pero acabó siendo indiscutible, gracias a su buen rendimiento, y a la baja de Umtiti. Mucho tiempo ha pasado desde entonces, y el ‘15’ ha dejado de tener hueco.
La falta de ofertas, un problema
Laporta se mueve en el mercado para conseguir encontrarle un comprador, una tarea que no será sencilla. Se ha devaluado enormemente por culpa de sus malas actuaciones, y el elevado sueldo que cobra hace que sea casi imposible ‘colocarle’. En invierno será casi imposible echarle, y el objetivo es poder deshacerse de él cuando finalice la campaña.
Hasta entonces, Lenglet seguirá en el Barça. No obstante, Xavi no tiene pensado darle minutos, y tendrá el mismo rol que está teniendo hasta ahora, una cosa que al ex de Sevilla y Nancy no le hace mucha gracia.
Por eso, ni siquiera celebró la victoria en Mendizorroza.