Sufriendo mucho y ofreciendo un juego desencantador, el Manchester City de Pep Guardiola ha quedado eliminado de la Champions League contra el todopoderoso Mónaco. Dos goles en la primera mitad y uno en el tramo final para remontar la eliminatoria en casa y dar la sorpresa del día.
Monólogo del Mónaco
Después del espectáculo ofrecido en el estadio City of Manchester con la victoria de los citizens por 5-3, se volvía a cautivar todo el mundo futbolístico con Mònaco-City. La renta favorable en los de Pep Guardiola daba tranquilidad en las filas inglesas, pero los monegascos han demostrado el porque son el equipo más goleador de Europa.
Han salido desde el primer minuto con rabia, sin miedo de perder y con un juego eléctrico. Primeras jugadas, posesiones cortas y con la verticalidad más genuina. Mbappé ha vuelto a sorprender a todo el mundo y con sus 18 años ha dejado plantado medio City. Letal con espacios, su velocidad y control han permitido adelantar a los locales en el minuto 8.
El estadio Louis II de Mónaco ha reventado en las primeras de cambio, pero no estaba todo dicho. La insistencia de los monegascos ha dominado las pocas intenciones del City. Fabinho en el minuto 29 ha dejado helados los aficionados ingleses y ha seguido el espectáculo con un remontamiento que parecía posible. Segundo gol del Mónaco y los franceses, virtualmente clasificados.
Desaparición del City
Cuando más se ha necesitado el gran Manchester City, menos se los ha notado sobre el terreno de juego. Las buenas actuaciones en partidos anteriores han quedado diluidas ante el líder francés. No había ideas, ni ánimo, ni ninguna ilusión. Los dos goles han hecho mucho daño a los de Guardiola, que no lo veía nada claro desde el banquillo y hacía presagiar el peor final.
Pero si la primera mitad ha sido de dominio monegasco, la segunda ha sido de los citizens. Obligados a marcar al menos un gol y no encajar, Sané y Agüero han aparecido para solucionar parte de la eliminatoria. Han vuelto a ser los dos de siempre, los que marcan las diferencias en ataque y los que han vuelto a ser decisivos. Agüero se ha movido, ha recibido, ha creado ocasiones, pero no ha sido fino. Sané ha sido el más espabilado de todos y ha aprovechado una pelota muerta dentro del área para marcar el gol de la esperanza.
Pero las buenas sensaciones durarían poco porque Bakayoko ha marcado el gol que ha acabado eliminando los de Guardiola. Jugada en pelota parada para derrotar un City decepcionante que encaja la primera gran derrota de la temporada. El Mónaco ha sorprendido y sigue siendo la grande revelación europea.