Hacía tiempo, desde la salida de Ronald Koeman, que la afición del Barça no mostraba en público su malestar por el juego del equipo. La gota que colmó el vaso fue la lamentable primera parte del Barça contra el Almería, una mala actuación que provocó que se escucharan silbidos en las gradas del Lluís Companys. Y uno de los señalados por Gündogan, que poco a poco ha ido bajando su rendimiento, hasta convertirse en una sombra del excelso centrocampista que lideró al Manchester City de Pep Guardiola.

En un primer momento, parecía que Gündogan había aterrizado en el Barça de pie, rindiendo a un gran nivel, pero sus actuaciones han ido empeorando con el paso de los partidos, hasta dejar mucho que desear. Su juego no es el que se esperaba y las críticas han ido creciendo. No es el jugador diferencial que se esperaba, al menos de momento.

Ilkay Gündogan, celebrando su gol en el Clásico contra el Real Madrid / Foto: Europa Press

Parte del vestuario, molesto con Gündogan

Y Gündogan no solo está recibiendo críticas por parte de la afición, ya que una parte del vestuario se la tiene jurada, después de las duras palabras del alemán posteriores al partido contra el Real Madrid. "Vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada, pero después de un partido tan importante y de un resultado innecesario me gustaría ver más enfado y decepción", afirmó Gündogan. 

“Tienen que aflorar más emociones cuando pierdes y cuando sabes que puedes jugar mejor y hacerlo mejor en ciertas situaciones, y no reaccionas. Esto luego se traslada al campo. Hay que dar un paso muy grande en este aspecto, porque si no el Real Madrid o incluso el Girona se van a escapar", añadió el jugador. Las palabras de Gündogan no gustaron en el vestuario y algunos jugadores se la tienen jurada.

Xavi Hernández, entrenador del Barça / Foto: EFE

Gündogan, de más a menos

El principal problema para Xavi es que no tiene efectivos en el centro del campo. Con Gavi lesionado de larga duración, un Pedri que no para de entrar en la enfermería y un Oriol Romeu muy decepcionante, Gündogan sabe que tiene el sitio asegurado, un hecho que no parece ayudar demasiado, ya que sin competencia el jugador ha bajado su rendimiento.

En el club, eso sí, ya no se descarta que la experiencia de Gïndogan en el Barça sea efímera, darle una salida al finalizar la temporada, ya que su ficha, muy elevada, es una carga para la masa salarial que solo se justificaría con un rendimiento de crack. El Barça sigue convencido que el jugador será el líder esperado, pero de seguir como hasta ahora todo podría dar un giro de 180 grados.