La decepcionante primera fase de la selección española ha tenido dos claros damnificados: Luis Enrique y Álvaro Morata. El entrenador, curtido en mil batallas y con un carácter fuerte, parece llevarlo con naturalidad, pero el delantero ha quedado muy afectado, tal y como admitió este jueves en una entrevista a la Cadena COPE.
Morata, el epicentro de todas las críticas
La bola de nieve se inició en el amistoso que España disputó contra Portugal en el Wanda, cuando Morata fue pitado por parte de la afición tras fallar un gol. El delantero, con pasado en el Real Madrid y en el Atlético, tiene muchos detractores en ambos clubes. Luego llegó el partido contra Suecia, en el que erró dos oportunidades. Más pitos y redes sociales llenas de memes y de críticas, algunas muy fuertes.
Ni siquiera su gol ante Polonia calmó los ánimos, pues después el delantero de la Juventus falló a portería vacía el rechazo del penalti marrado por Gerard Moreno. Solo le faltaban unas declaraciones fuera de lugar, en las que afirmó que le daba igual lo que dijera la gente y fallar un penalti contra Eslovaquia para que la bola de nieve tomara un tamaño gigantesco. "Estuve 9 horas sin dormir tras el partido ante Polonia", admite.
Amenazas e insultos a sus hijos
"Quizá no he hecho mi trabajo como debería. Entiendo que se me critique porque no he metido gol", prosigue Morata, que añade que lo que más le está afectando es que sus propios hijos hayan sido insultados y que incluso les han deseado la muerte. "Ojalá la gente se pusiera en el lugar de lo que es recibir amenazas, que te digan que se mueran tus hijos...".
"Cada vez que llego a la habitación, mi teléfono a otro sitio. Lo que me molesta es que se lo digan a mi mujer, que se lo digan a mis hijos. Les dicen de todo. He recibido amenazas, insultos a mi familia, que ojalá se mueran mis hijos... pero estoy bien, quizás hace unos años hubiese estado jodido. He pasado unas semanas aislado de todo".
Morata, además, insinúa que las críticas que está recibiendo tienen su origen en una parte de la prensa que se ha dedicado a hacer una campaña en su contra. "La gente me pita porque es lo que escucha, pero yo lo doy todo. Doy la vida por la selección. Si ante Suecia o Polonia hubiésemos ganado 3-0 el estadio hubiese hecho la ola. Cada cosa que digo o no digo es interpretada... Ojalá la gente se pusiera más en mi piel".