El Barça cayó merecidamente en San Mamés en los octavos de final de la Copa del Rey ante el Athletic Club pese a llegar hasta la prórroga. Pero una nueva derrota con su consiguiente eliminación, sumada a la de la Supercopa de España ante el Real Madrid, deja muchos nombres señalados, y uno de ellos es el de Marc-André Ter Stegen.
Ter Stegen, en su peor temporada
A nadie se le escapa que el alemán está cuajando seguramente su peor temporada desde que defiende la portería del Barça, y desde la llegada de Xavi Hernández al banquillo del primer equipo se ha producido una montaña rusa con respecto al exguardameta del Borussia Mönchengladbach. Ha ocupado muchos titulares y ha llenado programas de radio y de televisión en las últimas semanas.
La gran mayoría ha sido por su flojo nivel, concediendo algunos goles totalmente evitables y donde sale en las fotos, como en uno de Leroy Sané en el Allianz Arena contra el Bayern o en el tanto de Vinícius en el Clásico que se jugó en Arabia Saudí. Entre medias, tuvo una parada salvadora en Mallorca, a un tiro de Jaume Costa para evitar perder dos puntos en el añadido.
El Barça creyó que ese día sería un punto de inflexión en su temporada y que empezaría una trayectoria ascendente para recuperar un nivel parecido al Ter Stegen de las mejores noches, cuando ha salvado puntos y partidos, demostrando ser de los mejores del mundo. Pero en Bilbao volvió a fallar.
Señalado en dos de los tres goles
Salió frío al partido, y pese al gran gesto técnico de Iker Muniain para mandar el balón cerca de la escuadra a los dos minutos de partido, pudo haber hecho mucho más ya que estaba mal colocado. Pudo reponerse con alguna parada de bastante mérito a Nico Williams o un cabezazo de Dani García tras un saque de esquina, pero siguió dando sensación de inseguridad.
Primero en un centro de Iñaki Williams que se acabó envenenando y tocó en el larguero, algo que sirvió como aviso para el segundo gol. El alemán no supo imponerse en el centro de la falta que sacó Muniain y tras haberla parado con el cuerpo, el balón le cayó a Íñigo Martínez, que marcó el 2-1.
En el tercero, de penalti, no pudo hacer nada pero fue suficiente para que Xavi se fuera de San Mamés pensando que el portero no estuvo a la altura. Siempre ha dicho que es uno de los intocables, pero si el club considera lo contrario y cree que puede ser mejor venderlo, el entrenador tendrá que asumirlo. Y más, sabiendo que ahora está lejos de ser uno de los mejores en su posición.