Si en la línea de ataque del Barça escasean las opciones, en medio del campo hay de sobra. Ahora mismo los titulares son Sergio Busquets, Frenkie de Jong y Nico Gonzalez (con Gavi ocupando la posición teórica de extremo), pero de suplentes están Philippe Coutinho y Riqui Puig. El de Matadepera veía la luz al final del túnel con el despido de Ronald Koeman, pero sigue sin contar con los minutos que hubiera deseado cuando llegó Xavi Hernández al banquillo del Camp Nou.
Si durante la temporada pasada quien lo dejó en segundo plano fue Pedri, en esta ha sido la irrupción de Gavi quien lo ha alejado de la titularidad. Con el canario fuera de combate, el interior de 17 años se ha hecho un hueco en el once del Barça y de la selección española. Xavi también apuesta por él, y a Riqui esta situación la está sacando de quicio.
Mourinho tienta a Riqui Puig
Decepcionado con su rol bajo las órdenes del técnico de Terrassa, Riqui Puig empieza a dudar de sus preferencias de cara al futuro. Hace una temporada tenía claro que "fuera del Barça hace mucho frío", pero ahora, con la aparición de Nico y de Gavi en la dinámica del primer equipo, ve sus opciones más reducidas que nunca y duda.
E igual de reducidas están sus esperanzas para triunfar en el club, así que no descarta salir del Camp Nou. Quien le tiende la mano con tal de hacerlo es José Mourinho. El entrenador de Setúbal cree que el dorsal seis del Barça es un diamante en bruto y, ofreciéndole continuidad en su Roma, puede hacer del jugador catalán el cerebro del equipo italiano.
¿Por qué no encaja Riqui en el Barça?
Su energía, capacidad para asociarse y visión de juego son innegables. En la gradería del Camp Nou hay división de opiniones con él. Unos ven al nuevo Iniesta, mientras que otros estarían contentos si se marchara del club. No obstante, el problema de Riqui Puig es puramente posicional.
El Barça se encuentra continuamente en situaciones de ataque ubicacional, y el de Matadepera las interpreta como filtrador y busca acercarse siempre al balón. Gavi, que entiende su rol como recibir entre líneas, espera los pases a espaldas de los mediocampistas rivales. Eso es lo que Xavi pide, pero la naturaleza organizadora de Riqui Puig le pide hacer otra cosa. Todo pasa por qué Xavi sepa controlar la hiperactividad del jugador de 22 años y extraiga de él lo que necesita. Talento tiene, ahora falta orientarlo.