Todd Boehly, propietario del Chelsea, no va a parar hasta lograr que el club blue sea uno de los más grandes de Inglaterra y de Europa. Tras destrozar los dos pasados mercados con una inversión estratosférica, el empresario norteamericano se ha centrado ahora en la búsqueda de un entrenador de primer nivel, pues no está satisfecho con Graham Potter. Y el nombre que baraja es el de José Mourinho, leyenda del Chelsea, que tendría para él una plantilla valorada en estos momentos en 1.100 millones de euros.
Mourinho está cómodo en Roma, donde respetan sus decisiones, pero estaría encantado de poder volver al Chelsea, donde no tuvo una buena segunda experiencia tras una primera espectacular. El portugués, que es consciente de que el Chelsea ya tiene una plantilla espectacular, pediría dos fichajes, el de Ousmane Dembélé, que según varias informaciones vería rebajada su cláusula de rescisión en solo 25 millones de euros, y el de Dani Ceballos, que el 30 de junio termina contrato con el Real Madrid.
Ceballos, la brújula de Mourinho
Tras analizar la plantilla del Chelsea, plagada de nivel, con jugadores del nivel de Havertz, Fofana, Enzo Fernández o Mudryk, José Mourinho considera que al equipo le falta un centrocampista de calidad que sea capaz de jugar al equipo. Dani Ceballos, que ya tiene experiencia en la Premier League tras jugar como cedido en el Arsenal, sería un refuerzo de lujo, con el añadido de que llegaría gratis. El centrocampista andaluz, que se había planteado seguir en el Real Madrid, ha vuelto a ver como Ancelotti lo deja en el banquillo, la demostración de que no es ni será importante, pues en verano se esperan grandes fichajes en el Real Madrid.
La idea de Ceballos era volver al Betis, su club de formación, pero los andaluces no puede asumir en estos momentos su ficha, por lo que debe buscarse otro club. El jugador ya ha vivido en Londres y estaría encantado de fichar por el Chelsea, sobre todo si es por petición de José Mourinho.
Dembélé, un puñal para el Chelsea
Con Dembélé, Mourinho quiere recuperar el fútbol vertical y eléctrico de su primer Chelsea, con Robben y Joe Cole haciendo estragos por las bandas. El francés, que ya estuvo cerca de fichar por el Chelsea en el mercado de invierno del 2022, ha sido muy importante este año en el Barça, pero sigue estando cuestionado, por lo que podría decidir cambiar de aires.
Falta por comprobar la problemática de la cláusula de rescisión, pues hay informaciones que aseguran de que solo es de 25 millones y otras que ascienden la cifra hasta los 50 millones. Sea cual sea la cantidad, el Chelsea estaría dispuesto a asumirla, para construir un equipo que vuelva a competir por la Premier League y la Champions League.