Muhammad Ali ha muerto a los 74 años "después de una lucha de 32 años contra la enfermedad del Parkinson", tal como ha comunicado la familia en un comunicado. El tres veces campeón del mundo de peso y una leyenda del boxeo ha muerto en Phoenix (Arizona) después de ser ingresado el pasado jueves por problemas respiratorios, aunque se había dicho que su condición era "satisfactoria".

Retirado del boxeo desde 1981, Ali había sido hospitalizado varias veces más en los últimos años, incluyendo a principios de 2015, a causa de una infección urinaria severa después de que inicialmente se le diagnosticó neumonía.

"La familia de Ali quiere agradecer a todos los que los acompañen en sus pensamientos, oraciones y apoyo, y pide que se respete su privacidad", ha concluido la familia en el comunicado.

Un hombre diferente

Muhammad Ali, nacido como Cassius Clay en 1942, tres veces campeón del mundo y medalla de oro olímpico con sólo dieciocho años, ha destacado por ser un luchador tanto dentro como fuera el cuadrilátero. Se convirtió al lslam y cambió su nombre. "No quiero ser lo que vosotros queréis que sea, declaró en una de las muchas frases donde se destaca su rebeldía. "Cassius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí. No lo quería. Yo soy Mohammad Ali, un hombre libre".

Recordado por oponerse a ir a la guerra de Vietnam, fue sentenciado a cinco años de prisión y perdió el derecho a boxear. "En el cong no me llaman nigger", declaró Ali, haciendo referencia a que los vietnamitas del Vietcong a él no le habían hecho nada.

Sin embargo, más tarde se convirtió también el símbolo que unificó a la gente con sus mensajes de libertad, la paz y de igualdad. Suya es la conocida definición de "me moveré como una mariposa y picaré como una abeja".

"Su contribución a este país y al mundo serán recordadas por las generaciones venideras", ha asegurado Bob Arum, quien promovió una multitud de peleas de Ali. "Ello significó tanto para muchas personas en torno al mundo, tuvo un efecto tan transformador en la sociedad norteamericana y un impacto muy grande en el mundo a causa de su espíritu".

Será recordado como una de las personas icónicas de la época del siglo pasado. Considerado el mejor deportista del siglo XX, se ha mantenido a lo largo de los años activo a pesar de la enfermedad del Parkinson.

El campeón de los campeones

En mayo de 1965 empezó su gran carrera al ganar el título de pesos pesados contra Sonny Liston. Fue tres veces campeón mundial y campeón olímpico con dieciocho años.

El movimiento de pies y la agilidad de Ali eran su marca diferencial sobre el cuadrilátero. Con mucha personalidad y estilo, marcó una época del deporte mundial.

La rivalidad con Frazier

Ali fue también el protagonista del denominado "Combate del siglo". Año 1971 en Nueva York. Muhammad Ali contra Joe Frazier. El combate reunió personalidades como Frank Sinatra, Burt Lancaster o Woody Allen en el Madison Square Garden de Nova York. La victoria final fue de Frazier, pero Ali añadió que "la próxima vez correré más y mis piernas estarán a punto. Será diferente".

En 1974 se repitió el combate y entonces el ganador fue Ali. Los jueces decidieron al ganador. Pero aquel no fue su último duelo. En 1975 disputaron un tercer combate en las Filipinas. Anunciado como "The Thrilla in Manila", Muhammad Ali se impuso en un combate de los más espectaculares que se han visto nunca. Ali no celebró mucho la victoria y aseguró que el combate había estado el más cerca a morir. "Joe Frazier es el mejor boxeador del mundo, después de mí".

Ali contra Foreman

Uno de los combates más famosos de la historia, sin embargo, fue el de Muhammad Ali contra George Foreman. The Rumble i The Jungle se disputó en Kinshasa, la capital de República del Congo, el año 1974. En el asalto número ocho, Ali noqueó a Foreman y le sacó los títulos y la condición de invicto. Fue también un hito histórico para ser el acontecimiento precursor de la globalización de las comunicaciones en el mundo del deporte.

Al principio de los años ochenta se retiró después de ser diagnosticado de Parkinson. A partir de entonces se dedicó plenamente a causas humanitarias y a ayudar a los otros.