El fútbol catalán llora la muerte de Gerard Escoda, exjugador de clubs del fútbol catalán como el Reus, el Nàstic de Tarragona y sobre todo el Lleida, que ha acabado su lucha contra un cáncer a los 50 años y después de dos batallando contra esta cruel enfermedad. Desde el verano pasado, Escoda formaba parte del Centre d'Esports Sabadell en calidad de director deportivo de la entidad arlequinada, que fue una de las primeras en hacer pública esta triste noticia que, no por esperada, es menos dolorosa.
El Sabadell fue de los primeros en comunicar la muerte de Gerard Escoda
"Desde el @CESabadell lamentamos profundamente comunicar la muerte de Gerard Escoda, director deportivo del club. Nuestro pésame y todo el calor para su familia y amigos. Nos deja una gran persona. Te echaremos mucho de menos, Gerard. Descanse en Paz", anunciaba el club de la Nova Creu Alta en su cuenta de Twitter. No se hicieron esperar las muestras de apoyo de clubs de todo el fútbol español, y sobre todo de aquellos de quien defendió los colores.
Clubs como el Nàstic de Tarragona, donde estuvo jugador y también pasó como trabajador del fútbol base, se sumaron al afecto hacia su figura. El Villarreal, el único equipo donde pisó la Primera División, recordó que Escoda es el autor del gol número 100 del Submarino Amarillo en la élite del fútbol español, pero sobre todo el Lleida Esportiu, club y ciudad de donde era poco menos que un hijo adoptivo, mostró su sentido pésame.
La Bala de Reus que enamoró a varias generaciones de leridanos
En el Camp d'Esports de Lleida marcó a una generación que recuerda a "la Bala de Reus" como su primer gran ídolo futbolístico de la extinta Unió Esportiva Lleida. Extremo rápido y habilidoso, el equipo azul le abrió las puertas del fútbol profesional el año 1996, con el salto a la Segunda División, y Escoda derribó aquella puerta con la misma velocidad con la que galopaba por la banda derecha. Salió de Lleida cuatro años más tarde y con una legión de leridanos que lo idolatraba, pero el sueño de la Primera División le llegó en Villarreal.
Después de pasar por tierras castellonenses y por Salamanca, el reusense más ilerdense volvió a la capital del Segrià para colgar las botas el año 2006. Pero un hombre de fútbol como él no podía estar alejado demasiado tiempo. Empezó a formarse en el terreno de la dirección deportiva, y después de picar piedra en clubs como el Nàstic, el Lleida, ya como Lleida Esportiu, lo incorporó, primero, como principal responsable del Vilafranca, en el año que el equipo del Penedès actuó como filial del leridano.
Compromiso e integridad hasta el último momento
Después, ya asumió las tareas de director deportivo del Lleida en una de las etapas más oscuras de la entidad. Con un club institucionalmente a la deriva y con el riesgo más que real de la desaparición, el cáncer llegó a su vida a mediados del 2021. "Hace un par de meses me diagnosticaron un pequeño tumor maligno localizado y el 20 de octubre del 2021 he pasado por el quirófano con el fin de extraerlo. La intervención ha ido muy bien y ahora me esperan dos meses de recuperación activa en el hospital y en casa para volver a estar al 100%", tuiteaba el 23 de octubre del 2021.
Después de un tiempo de tratamiento, mientras el Lleida bordeaba la desaparición y el orden institucional no existía, Escoda fue, durante muchos partidos, el único miembro del club que presenciaba los partidos desde el palco del Camp d'Esports, demostrando una integridad y un compromiso con su club que también evidenciaba en la lucha por la vida. También por eso, cuando se ha hecho pública la noticia de su muerte, un mes y medio más tarde que el Sabadell anunciara que tenía que ser intervenido nuevamente, el vacío que ha dejado ha sido tan grande.
Descanse en paz, Gerard Escoda Nogués.