El fútbol catalán está de luto. Jaume Olivé, uno de los padres de la Masia del Barça y exjugador de clubes como el Sants, el Gavà y el Badalona y exentrenador del Martinenc, el Prat, el Sant Andreu, el Santboià, el Júpiter, el Figueres y el Premià ha fallecido este miércoles a los 89 años de edad. Olivé dejó huello por allí por donde pasó, pero especialmente relevante fue su participación, junto a Oriol Tort y Lluís Pujol, en la creación de la Masia como cuna de talentos futbolísticos, un proyecto clave en la historia del Barça.

Jaume Olivé llegó al Barça en 1971, para ser el coordinador del fútbol base blaugrana, además de entrenar años después al equipo amateur. De hecho, en 1980 llegó a dirigir un partido del Barça Atlètic. Su papel principal, sin embargo, fue el de darle sentido a la Masia, proyecto que se inició en 1979, la formación de jóvenes talentos a través de un método trabajado y pulido, un método que acabaría convirtiendo el fútbol base del Barça en uno de los más fructíferos, admirados y respetados de todo el planeta.

El nacimiento de la Masia

Jaume Olivé era una persona de fuertes convicciones, de rutinas y métodos. Tejió una espectacular red de contactos por toda Catalunya, en busca de jóvenes talentos que pudieran aterrizar en la Masia, para recibir la mejor formación posible de cara a un futuro en el fútbol profesional. Muy recordado fue siempre el fichaje de Pep Guardiola, que surgió tras el chivatazo de un exárbitro, que le avisó de que en el Gimnàstic Manresa había un chaval diferente, con una calidad especial para jugar a fútbol. "Este chico está muy bien, tiene el fútbol en la cabeza", le dijo Oriol Tort, el encargado de ir a ver a Guardiola en acción. 

Pep Guardiola fue solo uno más del sinfín de jugadores que pasaron por la Masia gracias a Jaume Olivé, Oriol Tort o Lluís Pujol, los ideólogos de una forma de trabajar que llegaría a formar a jugadores como Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Sergio Busquets, Gerard Piqué o Leo Messi, un trabajo de décadas que viviría su punto culminante en el 2010, cuando de la mano de Guardiola un Barça plagado de canteranos logró el histórico sextete y el reconocimiento del todo el planeta fútbol. 

Jaume Olivé, siendo homenajeado por el Martinenc / Foto: FC Martinenc

Salida del Barça por la puerta de atrás

La salida de Olivé del Barça fue polémica, aunque el preparador dijo lo que tenía que decir y se volvió a su querido fútbol catalán. "He visto cosas de Terry Venables que no me han gustado", afirmó en su adiós. "Está clarísimo quién ha cobrado comisión", añadió tras confirmarse los fichajes de Mark Hugues y Gary Lineker. "Intermedió Denis Road, íntimo amigo del entrenador y sobran palabras".

Olivé, de hecho, afirmó que el delantero que él había recomendado era otro, Marco Van Basten. "Todo pareció que tomaba cuerpo, pero de golpe y porrazo el tema desapareció del mapa", explicó. "Seguro que más de un directivo descorchará alguna botella para celebrarlo, pero me voy con la conciencia tranquila. Han sido 18 años en el club, un periodo creo que fructífero para el FC Barcelona". Casi 30 años después, no hay duda que dejó huella en el club.